El rebrote de gripe aviar genera preocupación en varios países del mundo

Se expandió en Estados Unidos, Europa y Asia. Ahora creen que el virus podría haber llegado a la Antártida.

La gripe aviar (el virus H5N1) volvió a encender las alarmas en el mundo, dado que se registraron infecciones de animales en más de 80 países del globo y hasta creen que podría haber llegado a la Antártida.

Según The New York Times, solo en Estados Unidos unas 72 millones de aves de criadero fueron alcanzadas por la infección, en tanto que también afectó a otras especies silvestres, gaviotas y golondrinas.

No quedó allí, ya que la enfermedad también se detectó en zorros, zorrinos, osos, gatos, lobos marinos y delfines. Si bien generó suma preocupación, los especialistas señalaron que el riesgo para los humanos sigue siendo bajo.

“De acuerdo a varios indicadores, ahora estamos en el peor momento del virus, particularmente en relación a su propagación geográfica, su prevalencia en las aves y la cantidad de mamíferos que se están contagiando”, sostuvo Thomas Peacock, virólogo del Instituto Pirbright de Inglaterra.

Por la velocidad de su propagación a través del mundo, empezó a encender las alarmas entre los científicos, quienes consideran que pronto llegará a la Antártida, donde ya se han detectado algunos casos sospechosos.

“Dimos un suspiro de alivio cuando las cosas se calmaron, pero está de vuelta, o tal vez nunca se fue”, lamentó Rebecca Poulson, experta en gripe aviar de la Universidad de Georgia. “Mi instinto diría que podría ser parte de la nueva normalidad”, sostuvo.

Es que, desde octubre, el virus afectó a más de 1.000 bandadas de aves de corral en 47 estados norteamericanos y se vieron afectadas más de 12 millones de aves de criadero.

En Europa ocurrió algo similar, con un aumento brusco de las ­detecciones del virus a fines de octubre. Aunque el virus es relativamente nuevo, estos ciclos ­estacionales podrían haber llegado para quedarse.

Por lo pronto, los expertos focalizan en un dato alentador, ya que en un estudio hallaron señales potenciales de inmunidad en los alcatraces del norte, una especie marina que sufrió bajas importantes en los brotes de H5N1 de 2022. “Es algo alentador, en particular para las especies con poblaciones amenazadas”, dijo la ecologista Diann Prosset.

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