Francisco hizo un análisis del mundo en la previa de Pascua
Desde el Vaticano encabezó la vigilia de la misa de resurrección ante 6.000 fieles. Evaluó cómo afectan los conflictos actuales a la sociedad.
En el marco de los diversos conflictos que vive el mundo, el Papa Francisco encabezó ayer en el Vaticano la vigilia de Pascua, la tradicional actividad que se realiza cada año en la previa a la misa de resurrección, y evaluó el impacto de esos conflictos en el mundo.
El Papa dijo que “a veces simplemente hemos experimentado la fatiga de llevar adelante la cotidianidad, cansados de exponernos en primera persona frente a la indiferencia de un mundo donde parece que siempre prevalecen las leyes del más astuto y del más fuerte”.
Ante un nutrido grupo de 6.000 fieles de todo el mundo, el Sumo Pontífice marcó que “nos hemos sentido impotentes y desalentados ante el poder del mal, ante los conflictos que dañan las relaciones, ante las lógicas del cálculo y de la indiferencia que parecen gobernar la sociedad, ante el cáncer de la corrupción, ante la propagación de la injusticia, ante los vientos gélidos de la guerra”.
Este discurso del líder religioso llega en medio de los diferentes problemas de salud que atravesó en los últimos días, por lo que llegó en silla de ruedas a causa de sus problemas en la rodilla. Es por eso mismo que el día antes no pudo participar en el Vía Crucis debido al frío extremo en el país.
El Papa señaló que “incluso quizá nos hayamos encontrado cara a cara con la muerte, porque nos ha quitado la dulce presencia de nuestros seres queridos o porque nos ha rozado en la enfermedad o en las desgracias, y fácilmente quedamos atrapados por la desilusión y se seca en nosotros la fuente de la esperanza”.
“De ese modo, por estas u otras situaciones, nuestros caminos se detienen frente a las tumbas y permanecemos inmóviles llorando y lamentándonos, solos e impotentes, repitiéndonos nuestros porqués”, profundizó luego.
En la previa de Pascua, una de las fechas más importantes para el calendario católico, buscó dar ánimo a los creyentes y los convocó a recordar el momento en el que se volcaron a la religión católica.
“A veces también nosotros pensamos que la alegría del encuentro con Jesús pertenece al pasado, mientras que en el presente vemos sobre todo tumbas selladas: las de nuestras desilusiones, nuestras amarguras y nuestra desconfianza”, precisó.