Funcionarios europeos se reunieron en Praga para impulsar la “paz y seguridad” en el continente
El encuentro se enmarcó dentro de la Comunidad Política Europea, un foro que busca expresar su apoyo a Ucrania frente a la invasión de Moscú.
La cumbre inaugural de la Comunidad Política Europea (CPE) surgió a partir de una idea lanzada en mayo por el presidente francés, Emmanuel Macron, como una “plataforma de coordinación política” donde abordar temas de interés común. Allí participan los 27 países miembros de la Unión Europea (UE), así como Turquía y Reino Unido, que aspiran a formar parte del bloque.
El primer ministro belga, Alexander De Croo, expresó que “todo el continente europeo está aquí excepto dos países, Rusia y Bielorrusia, lo que demuestra cuán aislados están”. Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, destacó que los líderes reunidos en Praga comparten “un mismo continente y afrontan los mismos retos: estabilidad, seguridad, energía y migración”.
Para Macron, la CPE envió un mensaje de mancomunidad. Por ello, declaró que “se trata de construir una unidad estratégica y el objetivo es, ante todo, compartir la misma lectura de la situación que vive Europa, para construir también una estrategia común”.
El canciller alemán, Olaf Scholz, destacó que todos los asistentes “saben que el ataque ruso contra Ucrania es una brutal violación del orden de paz y seguridad” en Europa. En este sentido, consideró importante que la cita de Praga demuestre que las naciones europeas no aceptan que “parte del país vecino sea anexado”, en relación a la incorporación a Rusia de cuatro regiones de Ucrania.
Josep Borrell, jefe de la diplomacia de la UE, saludó la posibilidad de “construir una nueva estructura de seguridad en Europa”, y agregó que “esto tiene que hacerse sin Rusia. No porque no queramos que Rusia sea parte de Europa, sino porque Putin se ha removido a sí mismo de la comunidad europea”.
La reciente primera ministra británica y ferviente defensora del Brexit, Liz Truss, también está en Praga, en uno de sus primeros viajes importantes al extranjero después de asumir el cargo. Sin embargo, salió al cruce y manifestó que “la reunión de hoy no es una construcción de la UE ni una alternativa de la UE. Lo tengo muy claro. Reúne a gobiernos de toda Europa, alrededor de un tercio de los cuales se encuentran fuera de la UE”.
Según Truss, el Brexit nunca se trató de que el Reino Unido se alejara del “orgulloso e histórico papel” como nación líder en la región. En este sentido, resaltó que “nuestras acciones en Ucrania han demostrado que esto es cierto. Ningún país europeo ha hecho más que el Reino Unido para armar a los ucranianos en su lucha por la libertad y liderar la imposición de sanciones económicas a Rusia. Sin embargo, nuestras acciones son aún más fuertes, debido a la forma en que colaboramos con nuestros amigos europeos”.
Al encuentro también fue invitado el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, un aliado fundamental de los europeos en la OTAN, pero que mantiene tensas relaciones con Grecia y Chipre. Por ello, no esconde su intención de obstaculizar el ingreso de Suecia y Finlandia a la Alianza Atlántica si no cumplen una serie de condiciones.
La lista de invitados del foro incluyó también a países que presionan para unirse al bloque, como Moldavia, Georgia y las naciones de los Balcanes occidentales (Serbia, Kosovo, Macedonia del Norte, Albania, Bosnia y Montenegro).