Kazajistán: Francisco cerró su gira con un llamado mundial por la paz
Durante su último discurso en Nur-Sultán, el Papa también llamó a escuchar a los jóvenes y a ampliar los derechos de las mujeres.
Para cerrar su visita de tres días en Kazajistán, el papa Francisco ofreció un discurso centrado en el reclamo por la paz mundial. En el marco del conflicto entre Ucrania y Rusia, el pontífice advirtió por un posible “efecto dominó” de las tensiones internacionales si continúan los conflictos militares y pidió que las religiones del mundo trabajen juntas y de forma urgente alrededor de la pacificación. Asimismo, el papa también llamó a escuchar a los jóvenes y respetar y expandir los derechos de las mujeres.
“El terrorismo de matriz pseudorreligiosa, el extremismo, el radicalismo, el nacionalismo alimentado de sacralidad, fomentan todavía hoy temores y preocupaciones en relación a la religión”, se lamentó Francisco, en Nur-Sultán. “Por eso en estos días ha sido providencial reencontrarnos y reafirmar la esencia verdadera e irrenunciable de la misma”, remarcó.
El papa dio su palabra frente a los más de 100 líderes políticos y religiosos que desde el miércoles participaron del VII Congreso de Líderes de las religiones mundiales y tradicionales, que contó con representación de autoridades judías, islámicas, budistas y cristianas, entre otros credos. Así, tras participar de la firma de la declaración final del evento, Francisco convocó a los líderes religiosos a enfocarse en las preocupaciones por la paz, dentro de un reclamo general para que “se mire el bien del ser humano más que a los objetivos estratégicos y económicos, más que a los intereses nacionales, energéticos y militares”.
En el caso de la mujer, el pontífice la señaló como uno de los caminos hacia la paz. “Apoyamos la necesidad de proteger su dignidad, y de mejorar su estatus social como miembro de la familia y de la sociedad con los mismos derechos”, aseveró. Francisco, que ha promovido figuras femeninas a cargos dirigenciales en varios de los ministerios de la Santa Sede, remarcó: “¡Cuántas opciones que conllevan muerte se evitarían, si las mujeres estuvieran en el centro de las decisiones!”.
Al referirse a los jóvenes, los calificó como los mensajeros de la paz y la unidad de hoy y del mañana. “Ellos son los que, más que otros, invocan la paz y el respeto por la casa común de la creación”, apuntó. “En cambio, las lógicas de dominio y de explotación, el acaparamiento de los recursos, los nacionalismos, las guerras y las zonas de influencia trazan un mundo viejo, que los jóvenes rechazan, un mundo cerrado a sus sueños y a sus esperanzas”, finalizó.