La Justicia en Brasil y la injusticia en la Argentina

En 2021, un juez anuló todas las condenas en Curitiba del hoy mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva, vinculadas con la Operación Lava Jato. Un repaso de lo sucedido y un paralelismo con lo que sucede en el territorio argentino.

A principios de marzo de 2021, el juez Edson Fachin, del Supremo Tribunal Federal (STF), anuló todas las condenas en Curitiba del hoy mandatario brasilero, Luiz Inácio Lula da Silva, relacionadas con la Operación Lava Jato.

En ese entonces, el juez hizo lugar a un habeas corpus que había sido presentado el año anterior por la defensa del referente del Partido de los Trabajadores (PT).

Cabe resaltar que, a partir de esta determinación, Lula recuperó sus derechos políticos y pudo presentarse a las elecciones presidenciales del año pasado para finalmente volver al poder, luego de dejar la presidencia en diciembre del 2010.

En marzo del año 2021, Fachin “declaró la pérdida del objeto de diez habeas corpus y cuatro denuncias interpuestas por la defensa del expresidente, incluida la demanda en la que cuestiona la sospecha del exjuez Sergio Moro”, había precisado un comunicado del Supremo Tribunal Federal.

Asimismo, según había especificado el medio RT en Español, “Fachin declaró incompetente al 13° Tribunal Federal de Curitiba, en los casos del departamento triplex en Guarujá, una hacienda en Atibaia y el relacionado con la sede y las donaciones del Instituto Lula, que estuvieron a cargo del exjuez y exministro Sergio Moro”.

De la misma manera, es válido resaltar que Sergio Moro ocupó, hasta abril del 2020, el cargo de ministro de Justicia del gobierno encabezado por Jair Bolsonaro.

La experiencia de Lula en prisión

El actual mandatario de Brasil llegó a pasar 580 jornadas en prisión condenado por presunta corrupción y presunto lavado de dinero en un proceso que luego fue anulado y que, en parte, estaba basado en pruebas ofrecidas por Odebrecht.

En este sentido, Lula ingresó a prisión en el mes abril del 2018 y, después de pasar alrededor de 19 meses privado de su libertad, en noviembre del 2019 salió en libertad. Es válido subrayar que, en abril del año 2018 y después de una larga cadena de operaciones judiciales y mediáticas, Lula fue condenado por el juez Moro a 12 años y un mes de prisión en la cárcel de Curitiba, acusado de ser artífice de una red de corrupción, el Lava Jato.

Después de este hecho, el ahora presidente de Brasil fue condenado en dos causas penales por presunta corrupción y blanqueo de capitales, condenas que ascendieron a 26 años de prisión. A su vez, más allá de delitos de presunta corrupción, Lula fue condenado por Moro por el crimen de presunto lavado de dinero, tras haber considerado que aceptó sobornos de la constructora OAS a través de obras de renovación de un departamento junto al mar.

En este sentido, la denuncia indica que Odebrecht donó 4 millones de reales al “Instituto Lula” en los años 2013 y 2014, provenientes de contratos fraudulentos de la empresa Petrobras. Luego, a inicios de noviembre de 2019, por determinación del Supremo Tribunal Federal, quien era en ese entonces expresidente de Brasil fue liberado, pero continuó relacionado a otros procesos, hasta que, en marzo del 2021, el juez

Fachin anuló todas las condenas en Curitiba de Lula vinculadas con la Operación Lava Jato. Cabe resaltar que, en junio del 2021, un magistrado de la Corte Suprema de Brasil anuló, por falta de parcialidad, dos procesos contra Lula da Silva tratados por Moro, que ya había sido declarado “parcial” en el caso que llevó a cumplir 19 meses de cárcel al líder de la izquierda.

El Lava Jato

Cabe recordar que el Lava Jato surgió hace casi una década, el 17 de marzo de 2014, y a lo largo de casi siete años se revelaron los mecanismos de financiación ilegal de la política. Además de la inhabilitación como candidato a presidente de Lula, también derivaron en un tsunami institucional y económico que pudo destituir a la expresidenta Dilma Rousseff, la cual había sido electa en 2014 y destituida en el año 2016. Por su lado, en 2020, el procurador general de Brasil, Augusto Aras, había denunciado a los fiscales de la Operación Lava Jato por haber montado presuntamente una red ilegal a fin de investigar a 38.000 personas.

El Lava Jato y su paralelismo con la Argentina

En el territorio argentino también es posible resaltar algunas similitudes, debido a que en 2021 se conoció un listado de personalidades, políticos y gremialistas que habrían sido víctimas de espionaje ilegal por parte de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). De hecho, la actual vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, en el marco de una audiencia en la causa “dólar futuro”, que comenzó en 2015, indicó que el “lawfare sigue en su pleno apogeo”. Por su lado, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, en alguna oportunidad aseguró que la mencionada causa de “dólar futuro” “se usó para ganar unas elecciones”.

Diferencias entre Brasil y Argentina

Por su lado, el Supremo Tribunal Federal de Brasil se encuentra conformado por once Ministros, los cuales son elegidos entre ciudadanos brasileros nativos, con más de 35 y menos de 65 años, notable saber jurídico y una reputación intachable. En tanto, la Corte Suprema argentina está integrada por cuatro miembros: su presidente, Horacio Rosatti; el vicepresidente, Carlos Ronsekrantz; y Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti

Noticias Relacionadas