Los dos argentinos con coronavirus sacudieron el tablero sanitario uruguayo
El ingreso al país vecino de dos ciudadanos porteños contagiados de Covid-19 obligó a cambiar los protocolos sanitarios, suspender clases presenciales y extender las vacaciones de invierno.
Horas de tensión y nerviosismo social se vivieron en Uruguay luego de que se conociera que dos pasajeros residentes en Buenos Aires que viajaron por Buquebus, un hombre de 78 años y su hijo de 31, dieron positivo después de realizarse un hisopado.
Ambos ingresaron hace una semana a Punta del Este. Al llegar, fueron notificados desde nuestro país que algunas personas cercanas a su familia habían resultado contagiadas de Covid-19, por lo cual se presentaron en una clínica privada para realizarse hisopados, resultando positivos en ambos casos.
Una vez conocida la noticia, el efecto dominó provocó una reacción inmediata en cadena que puso a prueba la activación de protocolos sanitarios con insospechados resultados.
La Dirección de Migraciones de Uruguay debió destinar tiempo completo a su personal para comenzar con la localización de cada una de las personas que compartieron el viaje con los dos compatriotas contagiados. Luego, pasar las listas completas para que el Ministerio de Salud uruguayo se contactara, junto al Ministerio del Interior, con cada uno de los pasajeros.
En este viaje, además, llegaban con destino a Punta del Este un jugador de fútbol de la selección uruguaya y un empresario que resultó detenido en Migraciones por ser investigado en una causa por explotación sexual de menores, lo que provocó que no fuera una detención como tantas otras, ya que ahora, por protocolo, se debe hisopar a los agentes de Interpol intervinientes y a los funcionarios judiciales que tuvieron contacto con este hombre.
Uno de los mayores reclamos lo hizo el intendente de Maldonado, Jesús Bentancur, quien, muy molesto por esta situación, afirmó que “no concebía otra forma de ingreso para los turistas extranjeros que no fuera con el documento en una mano y el resultado del hisopado negativo en la otra”.
Si faltaba algo más en la concatenación de eventos, nuestros dos compatriotas provocaron también que se suspendieran las clases presenciales en un colegio privado de Punta del Este, ya que su director había estado en contacto directo con uno de los pasajeros del barco.
Este mismo hecho también llevó a que las autoridades de la enseñanza decidieran sumar dos semanas para las vacaciones de invierno y aplicarlo a manera de prevención general.
También el ministro de Salud uruguayo, Daniel Salinas, confirmó que serán más rigurosas las exigencias sanitarias para ingresar al vecino país.
Y, si algo faltaba, el presidente Luis Lacalle se distanció de las declaraciones de López Mena, dueño de Buquebus, quien había asegurado que en diez o quince días la empresa iba a retomar las “frecuencias regulares”. Lacalle sentenció: “No hay ninguna intención de abrir fronteras para el turismo”.