Maduro: "El chavismo ha cosechado una buena victoria"
El oficialismo ganó cómodamente las elecciones regionales de Venezuela, alzándose con la estratégica alcaldía de la capital Caracas y 20 de las 23 gobernaciones.
Con una victoria en el 85% de los territorios, en un proceso observado por la Unión Europea y en el que la oposición volvió a participar después de años de boicot y llamados a la abstención, el oficialismo obtuvo una victoria contundente.
El presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Pedro Calzadilla, fijó además la participación en 41,8%, con 8,1 millones de votantes de 21 millones que estaban llamados a acudir a las urnas, consignaron medios locales y agencias de noticias internacionales.
Medido y sin tono eufórico, el presidente Nicolás Maduro expresó que "el chavismo ha cosechado una buena victoria", apeló al "diálogo" y destacó la necesidad de "continuar aprendiendo del pueblo y rectificando errores para buscar soluciones".
"Las fuerzas revolucionarias hemos ganado 21 estados, incluyendo la capital del país. Buen triunfo, buena victoria, buena cosecha producto del trabajo, un trabajo perseverante", celebró Maduro en su cuenta de Twitter.
Se impuso en la crucial capital de este país de 30 millones de habitantes y las gobernaciones de Amazonas, Anzoátegui, Apure, Aragua, Barinas, Bolívar, Carabobo, Delta Amacuro, Falcón, Guárico, Lara, La Guaira, Mérida, Miranda, Monagas, Portuguesa, Sucre, Táchira, Trujillo y Yaracuy.
Debilitada y fragmentada en la vuelta de sus principales partidos políticos a las urnas, la oposición solo pudo ganar en tres estados, pero como premio consuelo obtuvo el de Zulia, el más poblado del país. Sufrió, en contraste, una dura derrota en una región clave que controlaba: Táchira, fronteriza con Colombia.
Los mayores partidos opositores se marginaron de las presidenciales de 2018, en las que resultó reelecto Maduro, y las legislativas de 2020, en las que el oficialismo recuperó el control del Parlamento, denunciando ambos comicios como "fraudulentos".
La votación trajo el regreso de observadores internacionales, como la UE, que no trabajaba en una elección en Venezuela desde hace 15 años y formó parte con una misión de 130 delegados.
El organismo presentará un informe preliminar de su observación mañana. El regreso de la UE es, según expertos, una de las concesiones de Maduro en su cruzada por el levantamiento de sanciones, que incluyen un embargo petrolero de Estados Unidos que causó graves trastornos en la economía.