Rusia defiende Jarkov mientras ataca en el Donbass

Casi tres meses de guerra transformaron a Lisichansk, una ciudad minera de unos 100.000 habitantes en su mayoría rusoparlantes, en una zona abandonada y desprovista de agua, electricidad o red telefónica.

Ucrania se preparaba ayer para enfrentar nuevos ataques rusos en la región del Donbass, objetivo prioritario de Moscú aunque sus fuerzas pierden terreno en la zona, mientras el ejército ucraniano continúa su contraofensiva cerca de Jarkov, dijeron autoridades ucranianas.

“Los ocupantes no quieren admitir que están en un punto muerto”, sostuvo el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en un video divulgado anoche, en el cual aseguró que Ucrania se prepara para las ofensivas rusas en el Donbass y el sur. “Nos preparamos para grandes ofensivas en Severodonetsk y alrededor del eje Lisichansk-Bakhmut”, afirmó poco antes Serguii Gaidai, gobernador ucraniano de la región de Lugansk, que junto con Donetsk conforman la cuenca minera de Donbass, al describir una situación humanitaria cada vez más crítica.

Casi tres meses de guerra transformaron a Lisichansk, una ciudad minera de unos 100.000 habitantes en su mayoría rusoparlantes, en una zona abandonada y desprovista de agua, electricidad o red telefónica, constató un periodista de la agencia de noticias AFP.

Por su parte, los rusos han destacado éxitos al atacar con misiles de “alta precisión” dos puntos de mando ucranianos y cuatro depósitos de munición de artillería cerca de Zaporiyia, Paraskovievka, Konstantinovka y Novomikhailovka, en Donetsk. La aviación rusa destruyó dos lanzamisiles y un sistema de radar, al tiempo que 15 drones ucranianos fueron derribados cerca de Donetsk y Lugansk, según Moscú.

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