Siguen las complicaciones por las inundaciones en China

En la provincia de Hebei, cercana a Pekín, la capital de China, ayer fueron confirmados al menos otros 10 fallecidos y 18 desaparecidos producto de las inundaciones que vienen azotando al territorio. El tifón Doksuri, que se convirtió en una tormenta tras golpear Filipinas, barrió en los ­últimos días una parte del gigante asiático con lluvias torrenciales, y la capital, en conjunto con su gran región, se vio particularmente afectada. De esta manera, en Hebei ya se informaron 30 ­muertes.

Según los especialistas, se trata de las lluvias torrenciales más severas en años. Estas precipitaciones causaron enormes destrozos, tanto en lo social como en lo material y en lo económico. Rotura de viviendas, desplazamientos, zonas inundadas, caída de árboles y de postes de luz, y cortes de energía son solo algunas de las consecuencias del temporal.

Todo este episodio ya obligó a la evacuación de 1,54 millones de personas, donde 961.200 provienen de áreas de almacenamiento y detención de inundaciones en Hebei. Además, en total 2,2 millones de personas se vieron afectadas por las tormentas. El gobierno chino por lo pronto destinó 450 millones de yuanes, que representa unos 63 millones de dólares, a las regiones afectadas.

De esta manera, el gigante asiático sigue padeciendo estos fenómenos extremos que ya provocaron la muerte de 147 personas en tan solo el mes pasado.