A cinco años del vaciamiento de Vidal, Fanazul volverá a producir

A partir de mayo, la fábrica de pólvora y explosivos perteneciente a la empresa estatal Fabricaciones Militares volverá a producir, tras el intento de cierre del gobierno macrista.

La fábrica de pólvora y explosivos Fanazul, perteneciente a la empresa estatal Fabricaciones Militares, se prepara para volver a producir el mes próximo, a cinco años del intento de cierre que impulsó la administración de la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal con el despido de más de 200 trabajadores.

“Es más rápido destruir que construir, pero nunca hay que bajar los brazos”, es una de las frases que por estos días pronuncian los trabajadores por las instalaciones de esta fábrica emplazada en la localidad de Azul, que tras años de paralización se prepara para elaborar el Mastermix, un tipo de explosivo que fue encargado por Perú.

Fanazul se convirtió en un ícono de lucha desde que se anunció el cierre total de la fábrica el 28 de diciembre de 2017, durante los gobiernos de Mauricio Macri en Nación y de Vidal en la provincia de Buenos Aires.

Ollas populares, 1.095 días de acampe, cortes en las rutas 51, 3 y 226, marchas, dos grandes movilizaciones desde la localidad de Azul hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la conformación de un comité de crisis fueron parte de esa resistencia que consagró a Fanazul como un caso emblemático de la lucha que en determinados momentos deben librar los trabajadores en pos de mantener sus puestos laborales.

“En ese intento de cierre la fábrica fue destruida y devastada. El camino de la reapertura fue largo. Ha llevado mucho tiempo. Hubo que poner en valor esta unidad productiva desde lo edilicio, lo eléctrico y recuperar equipamiento”, explicó Vanina Zurita, secretaria de Formación del gremio estatal ATE Provincia de Buenos Aires.

Sin embargo, también remarcó que la historia “está llegando al final feliz”, ya que el próximo 19 de mayo se concretará la reapertura de esta fábrica, que volverá a producir y generar actividad.

“Un gobierno neoliberal tomó la decisión política de cerrar la planta y hubo (luego) una gestión nacional y popular que tomó la decisión política de poner los recursos necesarios para recuperarla. Eso fue posible por la iniciativa del exministro de Defensa, Agustín Rossi y del actual ministro, Jorge Taiana”, explicó Oscar Galante, vicepresidente de Fabricaciones Militares.

En esa línea, el ingeniero recordó: “Decían que había que achicar el Estado, y eso daba pérdida, pero nadie mencionó la soberanía en la producción para la defensa de nuestro país”.

Por su parte, Zurita observó: “Que hoy se produzca es resultado del trabajo y de la lucha de estos años. No se hubiera dado la reapertura de la fábrica si no hubiera habido un cambio de gobierno y por la lucha, pero tampoco se hubiera tomado la decisión por parte del Gobierno si no se hubiera sostenido la lucha con las y los trabajadores”.

La expectativa también contiene una promesa de mayor empleo, ya que, si bien hoy son 114 empleados, el objetivo es incorporar a “20 personas más a partir de ponerla en marcha, y alrededor de 10 y 14 más si habilitan la planta de destrucción de chalecos”.

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