Hoy en las elecciones de Brasil

Brasil renueva gobernaciones: una partida de ajedrez con resultado incierto

Los aspirantes a conducir una docena de estados brasileños tejieron alianzas y estrategias para salir airosos en distritos claves. Son elegidos por períodos de cuatro años y tienen la función de dirigir la unidad federativa.

Inmersos en una especie de partida de ajedrez que se juega de forma paralela a la elección presidencial, los votantes en 12 estados acuden hoy a las urnas para elegir a sus gobernadores: las disputas en segunda vuelta se dan en todas las regiones de Brasil.

Los candidatos buscan repetir esa supremacía en la segunda votación, mientras los demás intentan revertir desventajas que pasaron de uno a 21 puntos en la primera vuelta.

En estos escenarios, los competidores recurren a diferentes estrategias; desde apoyar a los opositores derrotados, hasta fortalecer sus vínculos con los candidatos presidenciales -Luiz Inácio Lula da Silva (PT) y Jair Bolsonaro (PL)-, para conquistar la voluntad de los votantes.

En Río Grande Do Sul, Onyx Lorenzoni (PL), exministro de Bolsonaro, terminó con más de diez puntos de ventaja sobre Eduardo Leite (PSDB), quien avanzó a la segunda vuelta con una estrecha ventaja -poco más de 2.000 votos- sobre Edegar Pretto (PT).

En Santa Catarina, la ventaja de Jorginho Mello (PL) sobre Décio Lima (PT) fue del 21,19% en la primera vuelta. El líder es del mismo partido que el presidente, que superó el 62% de los votos válidos en el estado. Las posiciones de los candidatos derrotados también dificultan la misión del PT.

En San Pablo, dos exministros de los candidatos presidenciales están en la contienda: Tarcísio de Freitas (republicanos) y Fernando Haddad (PT). Con seis puntos más que Haddad en la primera vuelta, De Freitas logró el apoyo del gobernador Rodrigo García (PSDB), quien alcanzó el 18% de la votación.

En Bahía, Jerônimo Rodrigues (PT), fue el que más se acercó al 50% que lo llevaría a dirimir la disputa en la primera vuelta: alcanzó el 49,5%. Su oponente, ACM Neto (União), tuvo el 40,8%. El segundo lugar apostó por la buena evaluación de su gestión en la alcaldía de Salvador para revertir la desventaja.

En Pernambuco hubo una primera vuelta pulverizada: Marília Arraes (Solidariedade) llegó a la segunda vuelta con el 24% de los votos válidos y una ventaja de menos de cuatro puntos porcentuales sobre Raquel Lyra (PSDB). En la segunda vuelta, Arraes ganó el apoyo de Lula y del alcalde de Recife, João Campos (PSB), a quienes enfrentó por el cargo en 2020.

En Paraíba, más de 15 puntos separaron al gobernador João Azevêdo (PSB) de Pedro Cunha Lima (PSDB). De cara a la segunda vuelta, Azevêdo atrajo a su plataforma a los republicanos, que tenían los diputados federales y estatales más votados en el estado.

En la gobernación de Sergipe, Rogério Carvalho (PT) recibió el 44,7% de los votos válidos en la primera vuelta contra el 38,9% de Fábio Mitidieri (PSD). Ambos declararon apoyo al expresidente Lula, que tenía el 63,82% para presidente en el estado.

En Amazonas, en la disputa entre el actual y un exgobernador, Wilson Lima (União) acumuló, en la primera vuelta, más de 21 puntos de ventaja sobre Eduardo Braga (MDB), que gobernó el estado de 2003 a 2010. Con el apoyo de Bolsonaro, Lima tiene en su plataforma a David Almeida (Avante), alcalde de Manaus. Braga trabajó para atraer votantes de Lula.

Rondonia es tierra de la derecha: el gobernador Marcos Rocha (União Brasil) lideró la primera vuelta con poco más de un punto porcentual frente a Marcos Rogério (PL). Además de la pretensión de llegar al cargo, los dos candidatos comparten apoyo a Bolsonaro. En el estado, el presidente tuvo el 64,32% de los votos válidos.

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