Crisis en la construcción: las políticas de Milei profundizan la recesión

La construcción en Argentina muestra una caída sin precedentes, exacerbada por las políticas económicas del gobierno de Javier Milei, dejando a la provincia de Buenos Aires en una situación crítica.

La construcción en Argentina enfrenta una de sus peores crisis, según datos recientes del Indec. En un panorama sombrío, la actividad se encuentra un 30% por debajo del promedio de la última década, solo superando ligeramente al año de la pandemia, con un nivel de actividad de 72,8 para 2024.

Los insumos de construcción han experimentado caídas alarmantes en comparación con el año anterior y sus promedios históricos. El asfalto lidera las pérdidas con un decrecimiento del 56,2% respecto a 2023, seguido de cerca por el hierro y el acero que muestran una disminución del 46,3%. Otros materiales esenciales como las pinturas para construcción, placas de yeso y cemento portland también reportan caídas significativas, que oscilan entre el 28,5% y el 30,9% en comparación con el promedio de 2012-2023.

Esta situación refleja un panorama desalentador impulsado por la interrupción total de la obra pública nacional, una política adoptada por el gobierno de Milei que, lejos de fomentar el crecimiento, parece cavar más profundo en el pozo de la recesión económica y que en la región bonaerense afecta a más de 1000 proyectos paralizados. Las consecuencias de estas decisiones no solo se reflejan en las cifras frías, sino en la vida diaria de miles de trabajadores del sector.

El Ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, Pablo López, criticó duramente estas políticas en las últimas horas, destacando que “los datos de la construcción reflejan la consolidación de un nuevo nivel para la economía, más bajo y con menos empleo que en los últimos años”. Además, reafirma el compromiso del gobierno provincial de seguir apoyando al pueblo bonaerense frente a lo que describen como “una embestida destructiva”.

Con estas políticas, el gobierno actual no sólo desatiende uno de los motores clave del desarrollo económico y social, sino que también ignora las necesidades de infraestructura vital para el futuro del país. La provincia de Buenos Aires, en particular, siente el golpe de estas decisiones, enfrentándose a desafíos enormes para sostener la actividad económica y el bienestar de su población en un contexto nacional cada vez más complicado.

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