La Justicia volvió a inspeccionar la Quinta de los Comandantes

Un testigo identificó al predio cercano a Rosario como centro clandestino de detención.

El fiscal federal Adolfo Villatte volvió al lugar conocido como Quinta de los Comandantes con más pruebas sobre el funcionamiento allí de un centro clandestino de detención.

El predio que fuera del Ejército en Ayacucho y Circunvalación, Villa Gobernador Gálvez, cerca de Rosario, volvió a ser inspeccionado el último jueves por la Justicia Federal. Ante la medida, un testigo lo identificó como un centro clandestino de detención.

Durante una entrevista con Página/12, el fiscal de lesa humanidad Adolfo Villatte señaló: “Antes de ingresar describió la habitación don­de había estado detenido junto a una docena de personas, algunas de las cuales señaló por su apellido, como Paz y Medina. Lo curioso es que ni siquiera nosotros, que ya habíamos recorrido la Quinta, sabíamos de la existencia de esa pieza, que estuvo mucho tiempo bajo llave, que estaba en poder de un suboficial retirado que se encargaba de mantener el predio”.

Al ser consultado sobre el motivo por el que volvieron a la Quinta de los Comandantes, el fiscal explicó: “Le pedimos al juez Marcelo Bailaque concretar la medida a raíz de un par de testimonios. Uno de ellos es el de Desiderio Meza, y el otro, el de Rubén Angulo, quienes habían señalado cosas que habían visto en ese lugar, por lo cual nos pareció que debíamos corroborarlo in situ”.

“Por un lado, Meza, en una declaración testimonial que había realizado en otra causa que lo tiene por víctima a él y a sus hermanos, relató que había estado en una quinta que estaba en la salida hacia Buenos Aires, pegada al arroyo Saladillo, que estaba cerca del batallón. Todo esto nos llevó a pensar que podría tratarse de la Quinta de los Comandantes”, indicó Villatte.

“El hecho que lo tuvo como víctima es del año 1978, y nos pareció que ese era uno de los casos que motivaban esta inspección judicial. El otro caso, el de Angulo, no es de una persona víctima, sino de alguien que vivía en las inmediaciones y que trabajaba en la Municipalidad de Villa Gobernador Gálvez y que conocía que en el lugar el municipio había hecho enterramientos de animales; entonces fuimos al lugar para conocer la ubicación concreta donde se habían hecho estas tareas”.

Asimismo, indicó que aún no se han encontrado rastros de cadáveres enterrados en el predio y remarcó que “el Equipo Argentino de Antropología Forense nos dice que lo que ayuda mucho es que haya algún testigo que diga dónde hubo enterramientos y en qué zona. En Campo San Pedro hubo señalamientos de Eduardo Costanzo. En cambio, acá no hay nadie que haya visto que eso haya sucedido”.

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