“La violencia fascista que se disfraza de republicanismo no conseguirá cambiar el consenso social”

El Presidente Alberto Fernández expuso ayer en el 77º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York, donde convocó a los Estados miembros a “trabajar acuerdos globales que aseguren la estabilidad democrática, la paz y la convivencia”.

El mandatario argentino agradeció la solidaridad que nuestro país recibió del mundo entero por el intento de magnicidio perpetrado contra la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, que “no solo afectó la tranquilidad pública, sino también buscó alterar una virtuosa construcción colectiva que el año entrante cumplirá cuatro décadas. En 1983 recuperamos la democracia e iniciamos un largo ciclo histórico en el cual alternaron en el gobierno distintas fuerzas políticas”.

En ese sentido, el jefe de Estado expresó que las argentinas y los argentinos “valoramos la democracia como un modelo de desarrollo social que exige respetar al otro en la diversidad”. Y añadió: “Estoy seguro de que la violencia fascista que se disfraza de republicanismo no conseguirá cambiar ese amplio consenso al que adhiere la inmensa mayoría de nuestra sociedad”.

En esta línea, aseguró: “Quienes buscan debilitar y erosionar las democracias tienen intereses específicos que los lleva a promover la polarización extrema”, y llamó a generar “un enérgi­co rechazo global a quienes promueven la división en nuestras comunidades”.

Asimismo, el Presidente expresó que “las injusticias solo se agravarán si las posiciones extremas se instalan, si las guerras se sostienen en el tiempo profundizando el hambre”. Y ejemplificó: “Necesitamos trabajar unidos para imponer el diálogo y recuperar la paz en la disputa iniciada con el avance militar de la Federación Rusa sobre el territorio de Ucrania”.

“Sostener este presente solo incrementará la pobreza y la marginalidad. Si no cambiamos, no podremos edificar sociedades más justas y libres, estables, comprometidas con sus instituciones”, agregó.

En ese marco, afirmó además que “las naciones endeudadas padecen mucho más los efectos del sistema establecido. Argentina está entre ellas”, y agradeció “a los Estados que nos apoyaron y nos apoyan en el complejo proceso de renegociación de nuestra deuda externa. Es un endeudamiento que mi gobierno no generó, pero que afronta con toda seriedad”.

En otro tramo del discurso, el mandatario se refirió a la seguridad alimentaria y aseguró que “debemos garantizarla a todos los habitantes del planeta. No podemos transitar este tiempo con hambrunas”, y lo vinculó con la respon­sabilidad que tienen los Estados y la sociedad en la preservación del medio­ambiente. “Así como estamos obligados a buscar un desarrollo que llegue a todas y todos, la situación am­biental de nuestro planeta nos exige con urgencia una acción firme y decidida en favor de las generaciones futuras”, expresó.

Asimismo, agradeció a los Estados miembros “por haber confiado en la Argentina para ejercer la presidencia del Consejo de Derechos Humanos durante este año”, y afirmó: “La defensa de los derechos humanos forma parte de nuestra identidad y de nuestra historia”.

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