Los testigos de la fiscalía desvincularon absolutamente a Mariano Bruera, Sette y Petró

Finalizaron los testimonios presentados por la fiscalía. Todos negaron que hubiera algún trato especial o preferencial: los denunciados actuaron por su cuenta.

Terminaron sus exposiciones los ­testigos presentados por la fiscalía en la causa que se sigue contra Mariano Bruera, Enrique Sette y Gustavo Petró.

En líneas generales se escuchó decir a los empleados de planta permanente del Municipio que aún siguen prestando servicios con el gobierno actual que tanto Mariano Bruera como Sette y Petró fueron muy buenos ­profesionales en la gestión y de buen trato con el personal.

Pero lo más importante en el juicio es que los testigos declararon que no había comunicación especial ni trato diferenciado con los denunciados.

Quedó absolutamente demostrado en el juicio que los denunciados actuaron por su cuenta, sin ningún aval de los superiores, y sobre expedientes que nunca llegaron a obtener un resultado concreto.

Es más, la investigación se basó en expedientes que fueron encontrados en la computadora del denunciado Raúl Moratti, y que tenía nombres de políticos que nada tenían que ver con los acusados en este juicio.

La acusación que lleva adelante la fiscal buscó desligarse del resultado negativo de los allanamientos realizados en la Municipalidad invocando un supuesto aviso previo. Pero fue la propia Justicia la que desestimó de plano el planteo de la fiscal. Con lo cual quedó claro que los allanamientos dieron negativo.

Los testigos aportados por la fiscal con ­personal municipal de carrera dejaron bien en claro que los trámites objeto de investigación no se llevaban adelante como se sostenía en la ­acusación.

O sea, la fiscal describe una tramitación que no es tal, ya que en todo momento los ­testigos le aclararon que los trámites de rezonificaciones necesitan de ratificación para su perfeccionamiento.

Pero lo más significativo es el trato de la prueba. Resulta que las escuchas fueron grabadas en cassettes, pasadas a CD y transcriptas al papel. Lo curioso es que aparecieron en una caja azul de oficina sin cadena de custodia ni faja ni ningún tipo de seguridad.

Y como si fuera poco, las transcripciones de las grabaciones fueron tergiversadas, y hay una denuncia concreta de que pincharon teléfonos ilegalmente.

El juicio se reanudará el próximo viernes con testigos propuestos por la defensa, y se espera que de una vez por todas se pueda dar curso al pedido de los acusados para que se escuchen las grabaciones por las que se los imputa, ya que van más de tres sesiones en las que se les impide por una causa u otra oír esos documentos.

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