San Cayetano: masiva movilización contra el ajuste de Milei
Bajo la consigna “Pan, Paz, Tierra, Techo y Trabajo” organizaciones sociales, sindicales y movimientos populares marcharon contra el Gobierno libertario.
Este jueves 7 de agosto se realizó una nueva edición de la tradicional marcha por San Cayetano, encabezada por organizaciones sociales, gremios y movimientos populares. A diferencia de otros años, esta edición estuvo atravesada por un fuerte tono opositor hacia las políticas del Gobierno nacional. La consigna “Pan, Paz, Tierra, Techo y Trabajo” se resignificó como respuesta al ajuste, la caída del empleo, la pobreza y la exclusión social.
La columna principal partió del santuario de San Cayetano, en Liniers, y avanzó hasta Plaza de Mayo. Participaron más de cien organizaciones nucleadas en el Frente Sindical por la Soberanía, el Trabajo Digno y el Salario Justo, entre ellas la CATT, ambas CTA y sectores de la CGT. También se sumaron agrupaciones de la economía popular, organizaciones de derechos humanos y cooperativas.
En este contexto, el secretario general de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar, expresó: “Milei ya empezó a ser derrotado en el Congreso, ahora lo tenemos que terminar de derrotar en las calles para que después sea derrotado en las urnas”. El dirigente sindical denunció el deterioro de las condiciones de vida de la clase trabajadora: “Llegamos más pobres, más endeudados y con la salud más deteriorada que el año pasado. El Gobierno sólo se ha dedicado a juntar dólares para pagarle al FMI. Esta gente nos conduce hacia una tragedia”.
Aguiar también sostuvo que “el Gobierno está pasando su peor momento” y pidió acelerar el proceso de movilización: “Esta masiva marcha debe ser la antesala de un nuevo paro general. Hay condiciones y sobran motivos”.
La jornada dejó en evidencia la consolidación de un frente sindical y social dispuesto a sostener la protesta en las calles. “Esto es parte de una construcción política”, remarcaron desde el Frente Sindical, donde insisten en que la respuesta al ajuste debe ser colectiva y sostenida.
“No podemos desentendernos de los que sufren”
Por su parte, el arzobispo de Buenos Aires Jorge García Cuerva, también se refirió a la crítica situación del país. “Somos custodios de los discapacitados, no podemos desentendernos de los que sufren”, pronunció en su homilía, cargada de llamados a la justicia social y a la reconciliación.
“El Señor no quiere que nadie quede afuera”, insistió el arzobispo y agregó: “Pedimos por todos los trabajadores de nuestra patria. Todo esfuerzo que lleva el pan sobre la mesa tiene que ser protegido”.
En esa línea, García Cuerva pidió superar el “chiquero del odio y las chicanas” y avanzar hacia una “cultura del encuentro”. Habló de la necesidad de “reconciliación entre los argentinos”, de gestar una “renovación más humana” y de “sentarnos a la misma mesa para generar consensos”.
En un país con 16 millones de personas con inseguridad alimentaria, una clase trabajadora empobrecida y un Estado cada vez más ausente, las palabras del arzobispo resonaron como un llamado al diálogo, pero también como una crítica implícita al rumbo económico y social impulsado desde la Casa Rosada.
La multitudinaria marcha de San Cayetano evidenció que el malestar trasciende lo político y lo gremial, es una demanda profunda por dignidad, justicia social y un horizonte de país que no deje a nadie afuera.
