Se aprobó el Presupuesto 2023 en Diputados
En una sesión que duró más de 20 horas, la Cámara baja le dio media sanción a la ley que determina la previsión de gastos e ingresos para el año próximo. La inversión en educación y el impuesto a las Ganancias para los jueces, entre los puntos más polémicos
En una sesión extenuante, que se extendió por más de 20 horas, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó ayer por la mañana el proyecto de ley de Presupuesto para el año 2023, que se había empezado a debatir en el recinto hacia el mediodía del lunes.
Ahora el Senado deberá tratar la iniciativa enviada por el Gobierno, que sufrió algunas modificaciones de último momento, como la inclusión de un artículo que garantiza que no habrá una reducción de la inversión educativa en términos del Producto Bruto Interno (PBI).
En cambio, otra modificación que la administración de Alberto Fernández apuntaba a incluir, a saber, el fin de la exención del pago del impuesto a las Ganancias para los miembros del Poder Judicial, no sobrevivió a la resistencia de la oposición de izquierda y derecha.
Las líneas generales
El presupuesto prevé que la economía argentina crecerá un 2% el año que viene, en línea con las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que guían el acuerdo firmado con nuestro país para la renegociación de la monumental deuda contraída por el gobierno de Mauricio Macri.
La previsión total de erogaciones para 2023 es de casi 29 billones de pesos, con una disminución del 24% en el déficit fiscal (que pasaría del 2,5% al 1,9%). El tipo de cambio oficial previsto en este esquema es de $218,90. Y el número que para muchos es el más relevante: se supone que la inflación del año será del 60%.
Nueva tasa y garantía para la educación
Entre los puntos más contenciosos que quedaron plasmados en el proyecto, tal como lo aprobaron los diputados y que ahora deberá ser refrendado o rechazado en el Senado nacional, se encuentra una nueva tasa sobre los pasajes de avión, destinada a financiar la seguridad aeroportuaria.
Otra inclusión divisiva fue la de un artículo que autoriza al jefe del gabinete nacional a reasignar partidas presupuestarias para garantizar que las erogaciones destinadas a la educación no queden por debajo del 1,33% del PBI. La oposición lo rechazó, entre otras cosas, porque no explica qué partidas podrán reasignarse. La izquierda votó negativamente ante la presunción de que se quitaría dinero destinado a políticas sociales, salud o vivienda.
El diputado del Frente de Todos Carlos Heller, presidente de la comisión de Presupuesto de la Cámara baja, fue uno de los oradores principales de la larguísima sesión. Heller impulsó y defendió la inclusión de este artículo. “Queremos garantizarle a la sociedad que no vamos a reducir la inversión en educación”, explicó. Su argumento logró convencer a una mayoría.
La pelea por Ganancias
La otra modificación polémica que el oficialismo no logró “meter” en el Presupuesto 2023 es una disposición que elimina el privilegio de los jueces y otros miembros del Poder Judicial de no pagar el impuesto a las Ganancias. También aquí el rechazo vino desde la derecha y la izquierda, y, a diferencia de los otros dos temas mencionados, en este caso la oposición resultó victoriosa en la puja.
“La oposición tomó esta postura que me cuesta entenderla”, dijo el Presidente Fernández. “Queremos que los integrantes del Poder Judicial paguen el impuesto que pagan todos los argentinos. No cobrarlo significa tener menos dinero para mejorar la educación, la salud y la asistencia a quienes lo necesitan”, expresó.
Ahora, al Senado
Tras la media sanción lograda ayer en Diputados, el proyecto de Presupuesto pasará a la Cámara alta, donde se prevé que, quizás sin tanta polémica, se convierta en ley.
Ocurre que el principal frente opositor, Juntos por el Cambio, registró el rechazo social a la actitud que tomó el año pasado, cuando dejó al Gobierno nacional, y a todo el país, sin presupuesto para este año. Hubo, por lo tanto, un compromiso de aprobar en líneas generales la iniciativa enviada por el Ejecutivo, más allá de la oposición a ítems particulares.
En la Cámara baja, el proyecto fue apoyado por 180 legisladores, hubo 49 abstenciones y solo 22 votos en contra.