“Todos tienen la responsabilidad de tomar decisiones heroicas cuando la historia los llama”
Con esta frase, el gobernador Axel Kicillof buscó diferenciar la actitud de Alberto Fernández, que siendo recién electo presidente buscó ayudar a Evo Morales durante el golpe de Estado a Bolivia, de la tomada por Mauricio Macri, quien estando en funciones no solo le negó colaboración, sino que cinco días después enviaría un avión con armas para la represión.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, participó en la presentación del libro Evo: operación rescate, junto al autor Alfredo Serrano Mancilla y el exvicepresidente de Bolivia Álvaro García Linera.
Durante su alocución, el mandatario remarcó el privilegio que significaba “poder acceder a una narración con este nivel de detalle” en relación a la recopilación de datos que el autor hizo en base a los mensajes de WhatsApp que los funcionarios y él mismo escribieron durante esos fatídicos días que terminaron con el presidente de Bolivia, Evo Morales, su vice, Álvaro García Linera, y su funcionaria Gabriela Montaño en una travesía aérea que culminó con la comitiva desembarcando en México.
Kicillof no dejó pasar la oportunidad de recordar lo sucedido cuando desde Bolivia se le solicitó colaboración al entonces mandatario Mauricio Macri, quien no solamente negó esa ayuda, sino que apoyó el golpe enviando, cinco días más tarde, un cargamento de armas que se usó para reprimir y matar a integrantes del pueblo del hermano país.
Además, recalcó que “el Estado argentino compró herramientas para hackear celulares durante el gobierno de Macri, que se dedicó a espiar gente de una forma más digna de Tiburón, Delfín y Mojarrita”.
El gobernador señaló que hubo una trama para derrocar a Evo, que buscaba una excusa, pero que el plan estaba y que “Macri, al tiempo que niega un avión para rescatar a Evo, autoriza otro para llevar armas”, y reclamó con vehemencia: “Hay que culminar con esa investigación”.
“El lawfare es lo que se ha armado en Latinoamérica para reemplazar a los golpes de Estado. Como no era posible usar las fuerzas militares, se usó a los medios, al Poder Judicial, para sembrar odio y canalizarlo hacia los dirigentes del campo popular”, afirmó Kicillof, y reflexionó que “es aterrador cómo en distintos países se utilizaban las mismas frases y las mismas campañas para, bajo una apariencia democrática, llevar un ataque sobre los dirigentes populares. Por eso es el lawfare una forma de dañar las democracias”.
“Todos tienen la responsabilidad de tomar decisiones heroicas cuando la historia los llama”, sentenció el gobernador, buscando trazar una línea clara entre Mauricio Macri y el actual jefe de Estado.
A su turno, el exvicepresidente Álvaro García Linera contó cómo fue el mismo Alberto Fernández el encargado de realizar gestiones para materializar el rescate que terminaría con el desembarco de Morales en tierras mexicanas, resaltando además la preocupación del entonces mandatario electo (no en funciones todavía) que llamaba cada dos o tres horas buscando la tranquilidad de saber que estaban bien y que nada les faltaba.
“El libro es la realidad de la agresión contra Bolivia y contra la democracia”, subrayó, e indicó que “es en Argentina donde se organiza la recuperación de la democracia”.
En cuanto a las tácticas del lawfare en todo el continente, García Linera señaló que “las fuerzas conservadoras tienen dinero, tienen a su servicio medios de comunicación y mercenarios de la desinformación. Pero los débiles cuando se unen pueden remontar y sobreponerse al dinero, a las armas, a la tortura y al chantaje, con el voto consciente y revolucionario de la gente”.
El libro, un manifiesto del rescate a Morales
Según indicó su autor, Alfredo Serrano Mancilla, el libro cuenta un año decisivo en la historia política latinoamericana, desde el 10 de diciembre de 2019 hasta el 10 de diciembre de 2020. De acuerdo al escritor sevillano, su obra cuenta las conversaciones y muestra quién es quién en la política latinoamericana y cómo “Evo, Álvaro y Gaby salvaron su vida”, abordando desde sus páginas los pormenores de cómo fue la comunicación entre el hoy Presidente y Evo Morales.
García Linera, por su parte, lo calificó como “un libro sobre Bolivia, sobre un momento dramático de su vida política. Es el relato de una agresión a la democracia, que nos pone en guardia sobre cosas que podrían repetirse”.
“Es un tiempo en el que han surgido personas con el alma carcomida y que están dispuestas a todo para llegar al poder. Nuestras democracias no están a salvo. Bolivia es un ejemplo dramático y sangriento de esta lección”, reflexionó el exvicepresidente.
“En el libro se relata no solo el intento de matar a Evo porque era un indio que se había hecho de poder y había roto el orden moral de las cosas, también relata el intento de atrapar a Evo para colgarlo como a (Gualberto) Villarroel”, sentenció, al tiempo que recalcó que “es en Argentina donde se organiza la recuperación de la democracia”.
