Un 43% de las mujeres empresarias bonaerenses reconvirtió sus negocios

El 67,9% de las mujeres empresarias ha cedido horas de su trabajo y/o atención a la empresa.

El relevamiento fue realizado por las Mujeres Empresarias de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (Mefeba), y el sector de Mujeres Empresarias de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Mecame).

El trabajo tuvo como objetivo conocer el presente de las empresas y/o emprendimientos liderados por mujeres, e identificar las problemáticas que deberán afrontar en los próximos meses, a raíz del impacto de la pandemia en sus negocios.

De acuerdo a los datos publicados en el informe “Mujeres empresarias pyme de la provincia de Buenos Aires”, las consecuencias negativas ocasionadas por la pandemia impactaron con fuerza en las empresas lideradas por mujeres, en donde un 26,8% de las empresarias consultadas cerró sus empresas/negocios de forma permanente entre los meses de marzo y diciembre 2020.

La presidenta de Mefeba, María Laura Teruel, explicó que “estos reportes miden y cuantifican la realidad de las mujeres empresarias bonaerenses, lo cual refleja las problemáticas que vivimos actualmente. A partir de eso, podemos interactuar con organismos estatales y entidades financieras con el fin de obtener herramientas que nos permitan sobrellevar esas situaciones”.

Asimismo, informaron que un 43,3% de las mujeres empresarias se reinventó para sobrevivir durante el período marzo-diciembre 2020, donde un 53,8% migró su negocio al formato online, mientras que un 7,7% tuvo que reconvertirse dentro del mismo rubro o vertical de negocio, de acuerdo a las nuevas demandas del mercado y formas de consumir en pandemia.

El informe destaca que, en lo que va del 2021, el 65,9% de las empresarias mujeres tuvo que endeudarse para sostener la actividad de sus empresas y los puestos de trabajo de sus colaboradores.

En este marco, Teruel destacó que “ya se vio en otras crisis que las mujeres reinventan o reconvierten sus emprendimientos, empresas o comercios rápidamente. Con la pandemia, además de incorporar tecnología y nuevas modalidades de trabajo, tuvimos que adaptar nuestros tiempos, lo cual implica conjugar trabajo, hogar y tareas extra”.

“Habíamos medido esa situación en los primeros meses de aislamiento, demostrando una sobrecarga en cuanto a tareas domésticas, cuidados familiares, ayuda en tareas escolares virtuales, etcétera”, explicó.

También resaltaron que a raíz de la carga de tareas del ámbito doméstico y de cuidado familiar que debieron afrontar durante el pe-ríodo de ASPO, las mujeres empresarias bonaerenses tuvieron que relegar su crecimiento profesional y el de su negocio.

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