La desigualdad avanza
Uno de cada cuatro jóvenes vive en la indigencia
Según un estudio reciente, una cuarta parte de la juventud del país no cuenta con los ingresos necesarios para alimentarse todos los días.
En un contexto económico marcado por la recesión y la incertidumbre, una cuarta parte de la juventud en Argentina cayó del sistema y vive en la indigencia, es decir, no cuenta con los ingresos necesarios para alimentarse todos los días.
Este registro, que creció un 7% en los últimos seis meses, se da en un marco en el que la tasa de pobreza y de indigencia general de la sociedad superan el 50 y 18%, respectivamente, y donde se duplicó la cantidad de trabajadores que, pese a estar registrados, no cubren una canasta básica.
Por otra parte, según advirtió un informe elaborado por el Centro de Estudios para la Recuperación Argentina (Centro RA) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), actualmente la pobreza en la juventud aumentó a 62% y la indigencia alcanza casi al 25%. A su vez, dentro de este grupo etario, la mayor vulnerabilidad corresponde a mujeres.
La situación en el mundo
Según los datos difundidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la mayoría de las y los jóvenes no logran conseguir un trabajo con plenos derechos, y estas posibilidades disminuyen drásticamente a medida que se contrae el nivel de ingresos en sus respectivos países.
De esta manera, en los países de ingresos bajos o en crisis, solo uno de cada cinco jóvenes consigue un puesto de trabajo remunerado. “Este panorama no ha cambiado mucho desde el comienzo del milenio. Básicamente, los jóvenes van pasando de una forma de trabajo precario a otra”, señaló la OIT.
En este marco, las proyecciones muestran que la tasa mundial de desempleo juvenil podría situarse en torno al 13% en el cierre de 2024.
Las medidas del Gobierno
A pesar de este panorama, el Gobierno libertario continúa aplicando su política de ajuste en búsqueda del “déficit cero”, sin atender la realidad socioeconómica del país.
En pos de esto, el Presidente Javier Milei impulsó una reforma laboral que, según especialistas, terminará por precarizar aún más el trabajo, facilitando los despidos y fomentando la informalidad en el país.
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