Brutal: matan a golpes a un albañil en su casa de Villa Castells

Uno de los vecinos dijo: “Era un hombre muy humilde y trabajador”. Mientras que otro afirmó: “Era muy querido y nos conocíamos hacía más de 35 años. Nadie tiene derecho a morir como murió”. Ambos se refirieron a Rodrigo Alfonso Rivero en pasado, y el motivo es uno solo: el hombre, un albañil de 54 años y de nacionalidad paraguaya, fue asesinado a golpes en su casa de Villa Castells.

La principal hipótesis indica que se trató de un hecho en ocasión de robo, otro más de los tantos que sufrió en el último tiempo.

Cuándo comenzó el trágico final de la víctima todavía no se sabe, pero sí se conoce que fue su hermano quien descubrió el suceso, cuando fue a buscarlo a su inmueble de la esquina de 4 y 495 en la mañana del lunes, para iniciar una nueva jornada de trabajo. Como no respondía a sus llamados ni atendía la puerta, decidió ingresar y, a través de una ventana, lo vio reposado en la cama, al parecer sin vida.

De inmediato se comunicó con el 911 y en cuestión de minutos el lugar se llenó de policías, que no tardaron en constatar el deceso.

“El cuerpo estaba recostado boca arriba en la cama de la habitación, con un golpe en la cabeza en el cual había manchas hemáticas. El lugar estaba revuelto, con prendas de vestir dispersadas por distintos lugares y la puerta trasera de ingreso, abierta”, graficó un portavoz ante Trama Urbana.

En primer término, la causa fue caratulada como “averiguación de causales de muerte”, aunque no se mantuvo así mucho tiempo. Tras el trabajo en la escena de los peritos de la Científica, pasó rápidamente a “homicidio”. Los forenses indicaron que el deceso “se debió a una lesión que la víctima poseía en el lado izquierdo de la cabeza, tratándose de una herida contuso cortante provocada por un elemento romboide”.

Hipótesis

Lo que llamó la atención a primera vista fue que “no había faltantes en el lugar, como así tampoco aberturas violentadas”, indicaron los voceros. No hay duda que el o los atacantes huyeron por esa puerta abierta, pero no está claro aún cómo ganaron el interior. Una teoría es que lo hayan hecho a través de la casa de un vecino, tras escalar una medianera.

“Lo mataron a golpes”, relató una frentista, quien conocía al hombre desde hacía más de tres décadas, cuando él se instaló en su casa luego de abandonar su país natal. Acerca del damnificado, se supo que estaba separado desde hacía 17 años y que tenía una hija que vive en Capital Federal. Tanto ella, como otros familiares aún en Paraguay, iban a hacerse presentes.