Dos ladrones protagonizaron una entradera en Ringuelet

Los jóvenes atacaron a golpes a un hombre que descansaba junto a su hija. Exigieron dólares en todo momento, bajo férreas amenazas.

Un peligroso maleante, con un importante prontuario en su espalda pese a su corta edad, protagonizó en las últimas horas un nuevo atraco en las calles de nuestra ciudad. Junto a un cómplice sorprendieron en su casa de Ringuelet a un hombre de 60 años y a su hija, mientras ambos descansaban, informaron ayer fuentes oficiales.

Los voceros señalaron que todo se materializó durante la mañana del lunes en un domicilio emplazado en la calle 4 bis, entre 515 bis y 516, donde se encontraba el dueño del lugar y su hija, los dos durmiendo en habitaciones diferentes. En un momento dado escucharon ruidos tan llamativos que terminaron por despertarse.

El propietario, al percatarse de que había gente dentro de su inmueble, llamó al número de emergencias 911 para pedir ayuda. Instantes después, dos hampones entraron a su pieza y lo amenazaron con armas de fuego, y a continuación comenzaron a exigirle los dólares que allí creían que había.

Todo empeoró cuando la víctima les juró que no tenía dinero, y menos divisas estadounidenses, ya que los intrusos se tornaron aún más violentos y no dudaron en pegarle al hombre. Entonces, uno de los implicados fue al dormitorio de su hija y la llevó nuevamente a donde estaba su progenitor. Allí, bajo amenazas, los mantuvieron quietos.

Puerta giratoria

A continuación, recorrieron las instalaciones para apoderarse de diferentes elementos de valor, pero entonces irrumpieron los agentes del Grupo Técnico Operativo junto a sus pares de la comisaría Sexta.

Al verse cercados, los delincuentes salieron a toda velocidad por el fondo de la propiedad y, encerrados y desesperados, se subieron al techo de un vecino para intentar escapar. No obstante, no se salieron con la suya, ya que fueron rápidamente apresados en el marco de un operativo cerrojo.

Ambos fueron trasladados hasta la seccional, donde se descubrió que uno de los asaltantes, de 20 años, contaba con un amplio historial delictivo. Para empezar, el 23 de septiembre ingresó a un domicilio de 9 y 511 junto a un menor, y ambos fueron demorados. El 30 de noviembre, se metió a un galpón de 522, entre 2 y 3, tras forzar una ventana y se adueñó de varios objetos. Pese a esos y otros atracos, siempre recuperó la libertad.

Ahora deberá responder ante la Unidad Funcional de Instrucción número 1.

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