Encuentran en un auto pelos, sangre y un aro que serían del empresario asesinado
El hallazgo se dio en el vehículo de una gestora y amiga de la víctima, que fue detenida. También se apresó a tres sospechosos en 18 allanamientos y hay dos prófugos.
Una gestora y amiga de Fernando Pérez Algaba (41), el empresario hallado descuartizado dentro de una valija en un arroyo de Ingeniero Budge en julio, fue detenida ayer tras un allanamiento en su casa y el secuestro de su vehículo, en el que se hallaron rastros de sangre, pelos y hasta un aro que, se presume, pertenecía a la víctima.
Flavia Bomrad se convirtió en la cuarta persona capturada en el marco de la causa, mientras que otros dos hombres, exsocios y examigos del damnificado, permanecen prófugos.
La aprehensión de Bomrad se concretó durante un allanamiento realizado por personal de la DDI de Lomas de Zamora en el domicilio de la profesional ubicado en Morón. Allí, los policías secuestraron el vehículo de la mujer el que fue sometido a un peritaje y, según las fuentes, se hallaron rastros hemáticos, cabellos y un aro que, se cree, que era el que utilizaba “Lechuga” cuando fue visto por última vez.
Esos rastros ahora deberán ser peritados para establecer si puede extraerse un ADN y, en ese caso, poder ser comparado con el patrón genético del empresario.
El juez de Garantías 4 de Lomas de Zamora había rechazado en un principio el pedido del fiscal del caso respecto a la detención, argumentando que no había elementos suficientes. El segundo de los profesionales destacó el “rol gravitante en momentos previos a la muerte de Pérez Algaba, en razón de la íntima amistad y relación de confianza que unía a ambos”. Además le dio importancia al análisis de las comunicaciones que mantuvo el 18 de julio pasado la gestora con uno de los prófugos en la causa, Maximiliano Pilepich, que -a su criterio- “fueron con el propósito de asegurar el arribo de la víctima al predio Renacer de General Rodríguez”, donde fue visto por última vez Pérez Algaba.
El juez descartó todas estas cuestiones al asegurar que no eran suficientes como para dejarla detenida, pero todo cambió en el allanamiento ante el hallazgo de los restos hemáticos, pelos y el arito en el auto de la gestora.
50.000 dólares y 17 terrenos
Poco antes, y en el marco de 18 allanamientos simultáneos, se había logrado la captura de tres individuos presuntamente vinculados al crimen, mientras que otros dos que admitieron haber estado con “Lechuga” el día que desapareció -Maximiliano Pilepich y Nahuel Vargas- permanecían prófugas.
Matías Gil, Fernando Carrizo y Luis Contreras fueron imputados por el delito de “homicidio cuadruplemente agravado por haber sido cometido mediante el uso de arma de fuego, con alevosía, por codicia y por el concurso premeditado de dos o más personas”. Además, a Pilepich, Vargas y Contreras se les imputa, en concurso real, el delito de falso testimonio a raíz de sus dichos al ser convocados al declarar en el inicio de la investigación.
Para los pedidos de arresto se hizo hincapié en pruebas basadas en análisis de las comunicaciones y movimientos de los celulares que utilizaban la víctima y los sospechosos.
El móvil del crimen sería una deuda por 50.000 dólares y 17 terrenos que Pilepich debía entregarle a Pérez Algaba quien, con el fin de cobrar, fue la tarde del 18 de julio hasta el predio de General Rodríguez. Camino a ese campo, donde se cree pudo ser capturado y asesinado, “Lechuga” reconoció en un mensaje de audio que temía por su vida ante la posibilidad de ser baleado.
Teléfonos claves
Para los investigadores, entre “Lechuga” y Pilepich existía “una relación de amores y odio, en la que se advierte y se puede afirmar la existencia de discusiones peleas y amenazas que se efectuaban entre ambos”, e incluso hace mención a un antecedente en el que el ahora acusado “le había efectuado disparos de arma de fuego” hacia la víctima, aunque sin herirlo.
Los arrestos se realizaron ayer a la madrugada en el marco de los 18 allanamientos en las localidades de Hurlingham, Castelar, Morón, Ingeniero Budge y dos en Capital, en donde se incautaron armas, celulares y dispositivos electrónicos que serán analizados para determinar si fueron utilizados en el crimen.
“Los teléfonos de todos los implicados impactan en el predio Renacer de General Rodríguez y se van moviendo desde las 18 del 18 de julio hasta las 3 de la madrugada del día siguiente hasta Ingeniero Budge, donde fueron hallados los restos de Pérez Algaba”, dijo un vocero.