Grand Bell, capítulo 2: demoraron al exrugbier que le fracturó el tabique a un médico

Fue por no respetar la restricción perimetral que se le había impuesto a él, su hermana y su madre. La rompió para volver a amenazar al hombre.

La semana pasada, este diario informó acerca de un grave incidente que tuvo lugar en el interior del country Grand Bell. Debió intervenir la Policía primero y la Justicia después. 

El viernes pasado, se le prohibió a una mujer y a sus dos hijos, uno de ellos un exrugbiert, acercarse a la casa de la expareja de ella, pese a que viven todos en ese barrio cerrado. Fue luego de haberlo agredido físicamente y de haberle destrozado un auto.

Sin embargo, el antiguo deportista de apenas tiene 22 años no respetó la restricción perimetral de un radio de 50m dictada por 120 días. En las últimas horas, volvió a acercarse a la víctima, un médico de iniciales J.C.R., y lo amedrentó. Ante eso, durante la tarde, agentes de la fuerza ingresaron al country en un patrullero y se lo llevaron aprehendido.

El abogado del profesional, llamado Gustavo Gallado, defendió el accionar judicial afirmando: “Las restricciones están para cumplirse; lamentablemente, este chico se piensa que es un juego”.

Larga historia

Sin embargo, esta historia no es nueva y, de hecho, lleva ya un largo tiempo. Cuando J.C.R. conoció a A.C.G.R. e iniciaron una relación, ella ya tenía dos hijos –J.M. y M.M.- y juntos tuvieron uno más. Sin embargo, comenzaron los problemas y terminaron separándose.

Él se fue a vivir a Capital Federal y ella se quedó en Grand Bell con los los hijos. El problema se inició con la división de bienes, de la cual nunca se pusieron de acuerdo. Pero se acrecentaron todavía más, cuando el hombre decidió regresar al barrio cerrado para convivir junto a su actual pareja en una residencia de allí.

Eso alteró todavía más los ánimos y las rencillas ganaron intensidad, pese a que el médico, si bien no es el padre de los dos primeros hijos de la mujer, sí los crió como tales.

Hace poco más de un mes, el profesional estaba en su domicilio junto a su mujer cuando llamaron a la puerta. Al preguntar, le respondieron que eran de seguridad y entonces abrió. De repente, se le abalanzaron tres personas: su ex y los hijos de ella.

Lo increparon y lo golpearon con tanta violencia que le fracturaron el tabique nasal, por lo que debió recibir asistencia médica.
En tanto, también terminó lastimada su pareja, con diferentes hematomas en su cuerpo. Como si fuese poco, antes de irse le destrozaron la luneta de su vehículo.

Desesperado por la situación, la víctima radicó la denuncia, que recayó en la UFI N° 3 donde se abrieron actuaciones por los delitos de lesiones graves y daño.

Además, el médico solicitó una restricción perimetral y se la concedieron. Pero ayer, el exrugbier, quien fue el que más le pegó durante el incidente, se acercó para amenazarlo nuevamente. Acción que, en definitiva, terminó convocando a la Policía llevándolo a la cárcel.

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