Insólito: delincuentes ingresaron a una comisaría platense y se robaron municiones y chalecos

En La Plata, pareciera que los ladrones ya se robaron todo e hicieron todo lo que podían hacer. Aunque no. Siempre se las ingenian para avanzar un paso más y ahora, como si faltara algo, los hampones tuvieron la osadía de ingresar nada menos que a una comisaría y apoderarse de municiones, chalecos, handys y demás elementos de valor.

Pese a que los altos funcionarios policiales intentaron ocultar la información, la realidad es que sujetos desconocidos burlaron la seguridad de la seccional Tercera, ubicada en la avenida 137 entre 61 y 62 de Los Hornos, al parecer durante la madrugada del martes. Ese mismo día, pero ya de mañana, el hecho fue descubierto por una oficial, que advirtió que la única ventana de una importante oficina estaba abierta. Preocupada, se asomó y no tardó en corroborar que alguien se había metido y se había adueñado de varias cosas.

Ya de por sí, en el lugar había papeles en el suelo y cajones abiertos y luego, ya en un inventario, se llegó a la conclusión de que se habían robado dos chalecos antibalas, dos cargadores con 17 municiones cada uno, cuatro municiones de posta de goma, un soporte para cámara, una cámara de fotos, una linterna, un par de esposas y un recipiente que contenía al menos 50 test reactivos, entre otros elementos de valor relacionados con el trabajo policial. Todo ello permanecía guardado en un mueble cuya puerta se encontraba vulnerada.

Otra versión

De inmediato, se le dio intervención a la Auditoría General de Asuntos Internos y peritos de la Científica se hicieron presentes para recabar información y material de interés. De esta manera, los expertos tomaron huellas y detectaron, como pistas, dos marcas de calzado que quedaron impresas en una de las hojas tiradas y en el marco de una ventana.

Ahora los investigadores analizan cómo los intrusos lograron vulnerar la seguridad de la dependencia y cómo huyeron. La oficina en cuestión tiene dos vías de ingreso y una ventana que da a un garaje, en el que hay elementos secuestrados en operativos, por lo que la principal hipótesis es que se fugaron por ahí.

De acuerdo a los numerarios que estaban de turno durante el ilícito, la puerta principal se hallaba cerrada con llave, mientras que después se descubrió una segunda, que figuraba clausurada pero estaba abierta. “No tenía picaporte y habían puesto un mueble dentro”, explicó un portavoz. Otro, en tanto, aseguró que las cosas no fueron así y que en realidad “solo se robaron el chaleco antibalas del jefe de calle” de la comisaría.