La Policía y el municipio platense, responsables de una imparable ola de robos en Ringuelet

En el puente de la inseguridad, ubicado en 7 y 508, suceden asaltos a diario. Oscuridad, suciedad y la mala colocación de un cartel por parte de la Municipalidad, claves.

Mientras la Policía de la Provincia de Buenos Aires y el municipio platense miran para otro lado y se hacen los desentendidos de la profunda problemática, los robos en el puente del terror de Ringuelet suceden a diario, sin que nadie haga algo para solucionarlo.

Tal como este multimedio informó en su edición anterior, todos los días ocurren atracos en el lugar ubicado en avenida 7 y 508. Los agentes de la Fuerza se pasan la pelota unos a otros, ya que hay dos jurisdicciones en al zona: la comisaría Decimotercera de Gonnet y la Sexta de Tolosa.

Como si fuese poco, la desidia de la Municipalidad de La Plata juega a su vez un papel fundamental, ya que la iluminación en la plaza lindante y en toda esa zona es nula, lo que hace que el lugar sea “literalmente una boca de lobo”, tal como le comentó un vecino del área a este diario.

El hombre indicó que la banda delictiva está compuesta por entre cuatro y cinco adolescentes de 15 y 16 años, que atacan “a mujeres”. En cuanto al modus operandi de la organización, narró que “se esconden en la oscuridad porque no hay una luz en la plaza ni en el puente que comunica a Ringuelet con Villa Castells. Por ahí pasa mucha gente caminando y además la municipalidad puso un cartel y los pibes se esconden detrás del mismo, donde nadie los ve. Cuando ven que pasa alguien, le roban”.

Aclaró que los menores “se tiran del puente” cuando observan que alguien camina por debajo, “te golpean y te sacan todo, manejan una impunidad total porque no es que te roban y se van, sino que se quedan, esperan a otro y también le roban. Pueden estar un par de horas ahí y llamás al 911 pero pasan 40 minutos y no viene nadie”.

“La Municipalidad no manda a nadie”

El frentista indicó que las pocas veces que sí se hizo presente un patrullero es lo mismo que nada, ya que prenden las sirenas y eso alerta a los cacos. “Al ver al móvil, corren por las vías, donde los agentes no pueden meterse porque es un sector de la Policía Federal, e ingresan en la villa de 514 o en El Mercadito”.

Continuó: “Una vez a una chica le manotearon la mochila, ella se los recriminó y le dijeron que se la devolvían si les conseguía un celular, y ella aceptó. Con esa impunidad se manejan”. Sin dudarlo, aseveró que “se esconden detrás del cartel puesto por el municipio, no hay luz en ninguno de los dos lados del puente. La Municipalidad no manda a nadie a cortar el pasto, hay basura tirada y se crea un ambiente donde se presta para que pase todo esto. Enfrente hay una plaza que le sacaron los juegos y hasta los asientos, y tampoco tiene luz. El municipio tiene que sacar el cartel e iluminar la zona”.

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