Locura en Tolosa: secuestró a su madre y la amenazó con un hacha

Momentos de suma tensión y locura se vivieron en la localidad platense de Tolosa, donde un hombre secuestró a su propia madre y la amenazó con un hacha para que no escapara. Una vecina del barrio escuchó los gritos de la víctima y se comunicó con la Policía, por lo que luego pudo ser rescatada por los agentes de seguridad.

De acuerdo a la información a la que accedió diario Hoy, el dramático episodio sucedió en una vivienda ubicada en la zona de 17 y 522, donde una mujer de 76 años estuvo cautiva y fue golpeada por su hijo. Debido a la violencia del ataque, la anciana tuvo que ser trasladada luego hasta un centro de salud, ya que presentaba algunas lesiones en su cuerpo.

Una frentista que vive en los alrededores alcanzó a escuchar las súplicas desesperadas de la jubilada y decidió llamar al servicio de emergencias 911. Es por ello que, tras recibir una alerta radial, los oficiales se dirigieron rápidamente hasta la propiedad en la que ocurrieron los hechos y al arribar se entrevistaron con la damnificada para obtener más detalles.

Según refirió la señora, su hijo la había encerrado dentro del domicilio impidiendo que saliera a la calle, además de propinarle varios golpes y amenazarla con un hacha. Por tal motivo, los uniformados entraron a la finca, la rescataron y notaron que tenía algunas heridas producto de la paliza que había sufrido, por lo que solicitaron la asistencia médica.

El agresor fue arrestado

En el interior de la vivienda se encontraba también el hombre acusado, quien en el momento en el que ingresaron los efectivos policiales todavía tenía la herramienta utilizada para amenazar a su madre entre sus manos. Es por ello que, los agentes de seguridad lo redujeron, le colocaron las esposas y lo trasladaron hasta la comisaría Decimoprimera.

Tras la intervención de la Unidad Funcional de Instrucción en turno, el agresor fue imputado en una causa caratulada como privación ilegítima de la libertad y lesiones. Por su parte, la jubilada fue llevada hasta el hospital Gutiérrez, donde los médicos constataron que, más allá de los golpes sufridos, no presentaba heridas que pusieran en riesgo su salud, aunque quedó en observación.