Murió el joven baleado en Villa Elvira y desmienten un ajuste de cuentas

Se encontraba en estado crítico, con pérdida de masa encefálica. Allegados a la víctima dijeron que era amigo de su asesino, también fallecido, y que “la ligó de rebote”.

Finalmente el milagro no llegó y Matías Tejeda, el joven de 18 años que recibió un tiro en la cabeza durante la madrugada del viernes en Villa Elvira, murió en las últimas horas en el hospital donde se encontraba internado en estado crítico, informaron ayer fuentes policiales. Es el segundo fallecido tras los violentos episodios del viernes.

La situación del muchacho era sumamente grave, ya que había ingresado al policlínico San Martín con un balazo sobre el parietal izquierdo y con pérdida de masa encefálica. Pese a los esfuerzos de los facultativos y a la intervención quirúrgica a la que fue sometido, perdió la vida durante la noche del sábado. Poco antes, representantes del Incucai se habían entrevistado con sus familiares para la posible donación de órganos.

Según fuentes oficiales de la investigación, recaratulada de “tentativa de homicidio agravado” a “homicidio agravado por el empleo de arma de fuego”, todo se inició cerca de las 3 en la esquina de 1 y 92, cuando tres personas, en una moto gris y negra, discutieron con el joven y se fueron. Sin embargo, regresaron poco después y uno de ellos le descerrajó un tiro en la cabeza a la víctima, huyendo a continuación.

Mientras Tejeda agonizaba en el nosocomio, familiares y amigos se dirigieron a la casa de quien consideraron responsable, Cristian Cepeda (17), quien vivía junto a su pareja de 18 años en el fondo de un terreno de calle 92 entre 3 y 4, propiedad del padre de la mujer. La turba los sacó de allí, prendió fuego el inmueble y los sometió a ambos a una brutal golpiza. Él fue asesinado a golpes (tenía quemaduras y hundimiento de cráneo, y además se electrocutó con una chapa), y ella recibió tantos palazos, trompadas y patadas que terminó internada en el hospital San Roque de Gonnet, hasta el sábado, cuando le dieron el alta.

En una serie de allanamientos posteriores en cuatro viviendas de la zona, se incautaron cuatro pantalones deportivos con rastros que serán analizados, aunque el ciclomotor continúa sin aparecer. Lo mismo que los responsables de ambos crímenes, quienes se mantienen impunes.

Otra versión

Desde el comienzo de la pesquisa, los detectives se encargaron de decir que todo se debió a una “gresca entre personas conocidas que mantenían una enemistad desde hacía tiempo”, mientras que otro dijo que “se peleaban para ver quién mandaba en el barrio”.

Sin embargo, Trama Urbana habló con allegados de Tejeda, quienes dijeron que su muerte fue absurda y que “la ligó de rebote”. Uno de ellos relató: “A Matías lo conocíamos de chiquitito, tenemos un lugar recreativo social en el barrio y él jugaba a la pelota y hasta servía comida. Era un buen pibito y no se metía en problemas, más allá de que la cuadra en la que vivía era conflictiva, y que en la familia también siempre había problemas”. Y agregó: “La ligó de arriba porque no fue un ajuste de cuentas ni andaba en la droga. Salió de la casa y el otro pibe pasó con la moto, junto con la novia, tirando tiros al aire, a cualquiera. Él (por Cepeda) sí andaba en la delincuencia.

Matías salió y le pegaron un tiro en la puerta de la casa”. Luego añadió que los implicados huyeron para su propio hogar y, “como había una fiesta en el barrio, cerca de 20 personas fueron a buscarlos, con algunos adultos. Los masacraron a golpes a los dos”. Por último, contó que ambos fallecidos “eran amigos” y que “el tiro no era para él”.

Una detenida

La Justicia ordenó detener y procesar a la joven de 18 años por el hecho aunque su posible participación en el hecho no está del todo clara.

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