Perpetua para un hombre acusado de matar a otro hace 10 años

El fiscal pidió la pena mayor al indicar que se trató de un crimen por alevosía. La defensa del imputado rebatió varios puntos y no obtuvo nada. El hecho ocurrió en Abasto.

Acusado de ser coautor del crimen de un hombre ocurrido hace diez años, Jorge Rodolfo Samaniego Lugo fue sentenciado en las últimas horas a prisión perpetua, señalaron ayer voceros judiciales.

La decisión la tomó el Tribunal Oral Criminal I de La Plata, que encontró responsable al sujeto de haber sido uno de los partícipes de la muerte de Raúl Marino Alegre, cuyo cuerpo fue hallado por dos indigentes en Abasto, más precisamente en la avenida 32 entre 196 y 197.

Como si fuese poco, Samaniego fue juzgado por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, ya que dos meses después del hecho se allanó su casa en el marco de la investigación y los agentes policiales encontraron y secuestraron cerca de dos kilos de marihuana compactada y una balanza de precisión.

Tras presentar toda la prueba y analizarla en su totalidad, el fiscal de juicio expuso en su alegato que se trató nada menos que de un “homicidio calificado por alevosía y agravado por el uso de arma de fuego”, motivo por el cual pidió la prisión perpetua, máxima pena del Código Penal.

Por el carril totalmente opuesto, fueron los abogados defensores del ahora condenado quienes rechazaron la acusación y aseveraron que bajo su criterio no llegó a probarse que la víctima haya sido atacada en un marco de indefensión, por lo que no caería la figura de la alevosía.

“La franja horaria de la data de la muerte es amplia, vaga, imprecisa”, añadieron, poniendo así otro material de duda frente a los jueces. Se basaron en el trabajo de los forenses intervinientes para afirmar eso.

Para ellos, el asesinato se materializó en las primeras horas del 30 de enero de 2012, mientras que para la fiscalía fue en las últimas horas del 29 de ese mes. A su vez, señalaron que nunca se avanzó un dato clave: “La víctima se fue a vivir a Punta Indio porque estaba amenazada de muerte y no se investigó esa pista”.

La confesión de su ex

En cuanto a la droga hallada en la vivienda de Samaniego, los letrados relataron que no pertenecía a su cliente, ya que él ya no vivía más en esa casilla. Claro que, en este punto, quien complicó al homicida fue su expareja, quien confesó que el hombre se dedicaba a la venta de estupefacientes.

Luego de escuchar a todas las partes, los jueces determinaron la participación de Samaniego, que deberá pasar su vida en prisión.

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