Raid delictivo dio continuidad a la imparable ola de inseguridad platense
Dos motochorros causaron terror en un sector de la ciudad al atacar a dos hombres como mínimo. En San Carlos, una anciana sufrió una entradera.
La inseguridad en La Plata lamentablemente sigue su rumbo y en las últimas horas hubo que lamentar nuevos episodios delictivos en diferentes puntos, uno de los cuales incluyó a una anciana en su casa de San Carlos, informaron ayer fuentes policiales.
Por un lado, dos motochorros salieron a cometer un raid por las calles de la ciudad y, de acuerdo a los voceros, efectuaron al menos dos ilícitos, ambos contra hombres que caminaban por la vía pública.
Un llamado al 911 alertó al personal de la Fuerza sobre el accionar de los malvivientes y pronto se implementó un operativo cerrojo para poder dar con ellos. Así, los oficiales comenzaron a recorrer distintas zonas hasta que en calle 57 y 30 divisaron a los sospechosos. Estos, al ver a los uniformados, aceleraron para perderse de vista y así lo hicieron, aunque luego fueron otra vez hallados en 148 y 61.
Ahí, al verse cercados, abandonaron el ciclomotor en el que iban y emprendieron la fuga a pie, pero no llegaron muy lejos y fueron capturados. En su poder tenían los elementos sustraídos a las víctimas: una mochila y una riñoñera. Las mismas habían sido atacadas en 24 y 59 y en 69 y 29. Además, se incautó el rodado en el que circulaban, tratándose de una moto marca Brava de 150 cilindradas.
Los hampones, de 18 y 22 años, quedaron a disposición de la Unidad Funcional de Instrucción en turno.
En 143 entre 49 y 50
En tanto, una jubilada de 82 años descansaba en su vivienda de 143 entre 49 y 50 del barrio de San Carlos cuando entonces fue despertada por una banda de cacos, que lograron ganar el interior de la propiedad.
Bajo amenazas de muerte, le exigieron que entregara el dinero que allí creían que había, pero tras dar vuelta cada rincón del domicilio, notaron que había poco para llevarse. De esta manera, tuvieron que conformarse con una pistola marca Tejano calibre 32, cinco municiones y con el celular de la damnificada, a quien por suerte no maltrataron, de acuerdo a un portavoz consultado.
Tras el atraco, los implicados se dieron a la fuga y nada se sabe de ellos.