Se negó a declarar el comerciante que mató a un ladrón en Ringuelet

El caco era un menor de 17 años y recibió al menos cuatro disparos. Además, buscan a su cómplice, que sigue prófugo.

Siguen las investigaciones tras la muerte del delincuente de 17 años, quien ingresó en una distribuidora de lácteos y fiambres en la localidad de Ringuelet, acompañado de un cómplice, y amenazó a las empleadas. El hecho ocurrido el pasado viernes 19 de abril y hay un prófugo.

En ese marco, el fiscal que atiende el caso, Álvaro Garganta, citó a indagatoria al dueño del local y autor de los disparos que fulminaron al caco. Pero este se negó a declarar, por recomendación de su abogado, Marcelo Mazzeo.

Cabe recordar que sobre él recae una causa por “homicidio calificado por el uso de arma de fuego”. Desde su entorno aseguraron que “no se encontraba en las mejores condiciones para repasar el episodio”, y que hará lo propio “cuando esté mejor desde el plano psicológico”.

Asimismo, ahora se conocieron las imágenes de la cámara de seguridad del comercio, ubicado en la zona de 12 y 520, donde puede verse cómo el hombre defiende a sus empleadas de los dos hampones, quienes habían ingresado con armas de fuego para cometer el ilícito.

Como bien informó Trama Urbana, los maleantes apuntaron a la cajera en la cabeza y le pidieron el dinero de la caja registradora, entre otros elementos de valor, pero nada salió como ellos querían. Los voceros consultados por este medio señalaron que el propietario del negocio observó la secuencia a través de una cámara de seguridad y no dudó en salir a defender a su empleada.

Lo hizo con una pistola que tenía debidamente registrada y que se encontraba en regla, además de que él contaba con el permiso de portación. Al verlo, el caco gatilló sin que saliera el proyectil y entonces la víctima se defendió a los tiros.

Antecedentes

El hampón abatido contaba con antecedentes por varios robos en la zona e incluso voceros oficiales detallaron a este multimedio que la moto con la que llegó al lugar había sido sustraída días atrás.

“Se trató de un caso de legítima defensa”, esgrimió una calificada fuente, mientras que desde la Unidad Funcional de Instrucción en turno creyeron lo mismo y no tomaron ninguna medida contra el comerciante de 46 años, a quien sí se le secuestró el arma para ser sometida a las pericias de rigor.

Al lado del delincuente, que fue identificado luego como Darío González, se encontró un revólver calibre .38. Se supo de él que contaba con cinco causas penales por hurtos, infracción a la Ley de Estupefacientes y también por robos a mano armada, en poblado y en banda.

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