A 38 años de la octava estrella y un “grito Nacional”

Un 10 de junio del año 1983, Estudiantes hacía historia y se colgaba la octava estrella en el escudo. El Pincha, que se había consagrado campeón 4 meses antes, perdió 2-1 ante Independiente en Avellaneda, pero gracias al 2-0 de la ida, dio el golpe, se quedó con el título Nacional y así levantó otro trofeo en apenas 120 días.

En el fútbol argentino muy pocos han sido los equipos que en tan solo cuatro meses gritaron campeón en dos ocasiones de manera consecutiva. Y uno de los privilegiados es nada menos que Estudiantes, que entre febrero y junio de 1983 se consagró bicampeón. La doble competencia no fue excusa, y a pesar de competir en la Copa Libertadores de ese año, el Torneo Nacional se tiñó de rojo y blanco como había sucedido con el Metropolitano de 1982 (el cual culminó en febrero de 1983).

Ese admirable equipo que “recibió” de Carlos Bilardo Eduardo Luján Manera se fue insertando en un campeonato al cual le empezó a tomar gusto a partir de las victorias. Aquel elenco, que contó con un ataque de lujo: Alejandro Sabella, José Daniel Ponce, Guillermo Trama y Marcelo Torbbiani, formaba con: Bertero; Camino, Brown, Agüero, Herrera; Russo, Ponce, Sabella, Trobbiani; Gurrieri y Trama.

La definición, otra vez ante el Rojo

Así, de la mano de Manera, con un majestuoso equipo y una delantera inolvidable, Estudiantes conquistaba el Nacional. La definición, al igual que el Metro conquistado en febrero del mismo año, volvió a ser frente a Independiente, pero en una finalísima.
En un mano a mano entre ambos. El primer duelo con el Rojo se jugó en 57 y 1, el 4 de junio. Estudiantes ganó 2-0 con los goles de Guillermo Trama y Hugo Gottardi. Esa noche no solo sirvió para meterse medio campeonato en el bolsillo, sino para despedir a uno de los grandes goleadores e ídolos del club: Hugo Gottardi, quien había sido transferido a Independiente Santa Fe de Colombia.

En la revancha, disputada en el viejo estadio del Rojo de Avellaneda, el equipo de Manera cayó 2-1, pero logró consagrarse por la victoria conseguida en La Plata. Esa noche, del 10 de junio de 1983, Estudiantes volvió a gritar campeón, como lo había hecho cuatro meses atrás en Córdoba.