El camino del deporte hacia una vida sana y llena de enseñanzas
Roberto Irigoiti es un ciclista amateur jubilado de 62 años que dejó de fumar y empezó a pedalear con la bicicleta que ya no usaba su hijo. Con la bandera de Cambaceres y de Ensenada hizo una travesía de casi 600 kilómetros en cinco días para unir a La Plata con Mar del Sur.
Historias de vida y deporte…
A pesar de que las competencias profesionales han adoptado un sentido comercial con la venta y explotación de imágenes, los derechos de televisación de los partidos y el marketing que rodea a la mayoría de los deportes como el fútbol, el sentido lúdico y amateur sigue salvando vidas y dejando aprendizajes.
Este es el caso de un ciclista amateur de Los Hornos, Ricardo Irigoiti, quien hace dos años dejó de fumar y se puso como meta empezar a hacer travesías con una bicicleta que fue reformando, pero que le pidió a su hijo prestada porque el joven había dejado de usarla. Sí… el viejo se dedicó de grande a hacer deporte para alejarse del cigarrillo y lo logró.
Irigoiti planificó el viaje y comenzó una partida simbólica desde la zona de Boca Cerrada en Punta Lara hasta la rotonda de ingreso a La Plata. Al día siguiente empezó a pedalear por la 122, empalmó la ruta 11 y llegó a pasar la zona de Magdalena hasta tomar un camino de casi cincuenta kilómetros de ripio que unen con la ruta 36, unos kilómetros más delante de Pipinas. Allí hizo una primera parada.
Al día siguiente realizó un recorrido de más de 160 kilómetros hasta Mar de Ajó por la ruta 11 que se extendió por más de seis horas viajando a un promedio de 25 kilómetros por hora en su bicicleta. Allí volvió a parar. Luego de descansar. Al otro día partió bien temprano hacia la zona de Mar del Plata y finalmente al día siguiente hizo el último tramo hasta llegar a destino.
“Llevé una camiseta de Defensores de Cambaceres para cada día que iba recorriendo”, explicó el hincha del Rojo de Ensenada, quien además en la parte de atrás de su bicicleta mostró en todo momento la bandera de Ensenada para honrar al club.
Irigoiti es de Los Hornos, pero desde chico tuvo un afecto muy especial por Cambaceres y por Estudiantes, a tal punto que llegó a formar parte de la agrupación Los de Siempre en la década del ’90 acompañando al Pincha a muchas canchas en el interior cuando todavía se permitía la presencia del público visitante en los estadios.
“Yo salía seis y media de la mañana y llegaba a las seis o siete de la tarde a la otra posta. Descansaba en algún puesto o en algún lugar donde alquilé, por ejemplo en Mar del Ajó. Comía, me hidrataba mucho y descansaba y al día siguiente volvía a salir”, explicó.
“Yo me crié en el barrio de la sede de Cambaceres y estudié en la escuela 3 de Ensenada. Esto que hizo fue con la intención de rendirle un pequeño homenaje a todos esos directivos que vi siendo chicos que le entregaron muchas horas y sacrificios al club, al socio y a los deportistas. Les quise hacer un pequeño homenaje y por eso llevé en la bicicleta una bandera de Cambaceres y una bandera de Ensenada”, señaló explicando los motivos por los cuales realizó la travesía.
“Hasta hace dos años y ocho meses yo fumaba dos atados y medios de cigarrillos por día”, comentó.
“En un momento me agarró el viento de frente y solamente pensaba en mi señora que me estaba esperando y me puse en la mente que tenía que llegar. Uno de los tramos fue más mental que físico, no tengo dudas”, relató Irigoiti.
Como él, otros amantes del ciclismo más organizados en primavera, van a promover competencias y actividades con el propósito de difundir la necesidad de hacer deporte y adoptar un método sano de vida. Y si en el medio surge la chance de dejar un mensaje o una enseñanza, mucho mejor…
