Por Daniel “Profe” Córdoba

El cuarteto del Pincha tiene nombre: Piatti, Carrillo, Giménez y Palacios…

Estudiantes viene de golear mostrando un gran poder ofensivo.

Por Daniel “Profe” Córdoba

Con el envión anímico del clásico, Estudiantes salió airoso del partido del viernes en Rosario y empieza a encontrar su mejor versión.

Con un 4-4-2 y una dupla de atacantes letal con Piatti y Carrillo, el equipo dio vuelta un resultado increíble.

El partido arrancó parejo, pero a los seis y de pelota parada llegó un centro de la izquierda de Carbajal para que Tomás Pérez ponga el 1 a 0. Estudiantes ya había marcado mal en el clásico.

Si la definición de Newell’s había resultado un regalo para los jugadores locales, la devolución de gentilezas no tardó en llegar y los defensores Leprosos prácticamente fueron responsables absolutos de los tres goles que iban a venir: primero dejaron solo a Carrillo sin entenderse los dos centrales. Después dejaron definir muy solo a Piatti, y el tercero, casi que le ceden el gol a Carrillo para que defina.

Se puede jugar con línea de 3; línea de 4; línea de 5 línea; de 1.000, pero si no se marca al hombre hay regalos como el que le hizo el de Rosario a Estudiantes y es muy probable que termines perdiendo.

Es verdad que el cuarteto Piatti-Carrillo-Giménez-Palacios estuvo en una muy buena noche. Pero la defensa rosarina los ayudó muchísimo en los cuatro goles.

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