El Pincha estiró el invicto y gana confianza como equipo
Si bien empató 1 a 1 contra San Lorenzo, aceitó los recursos y las sociedades dentro de la cancha y se consolida cada vez como un equipo renovado luego del fuerte recambio que sufrió en el mercado de pases.
Cuando no se puede ganar, lo importante es no perder. Así lo asimiló Estudiantes ayer en el estadio Nuevo Gasómetro, lugar en el que terminó empatando 1 a 1 frente al necesitado San Lorenzo de Rubén Darío Insúa por la quinta fecha de la zona B de la Copa de la Liga Profesional.
El Pincha llegaba invicto y estiró la racha de partidos sin perder. San Lorenzo, en cambio, estaba huérfano de triunfos en el certamen y apenas rescató un punto que le permitió eludir las críticas de más de 40 mil hinchas que se acercaron al estadio en el martes feriado de Carnaval.
Apremiado por los malos resultados, el Ciclón no tardó en pararse en campo rival y forzar las acciones alrededor del área de Estudiantes, que esta vez no tuvo a Benedetti marcando el lateral izquierdo.
Casi para justificar su incorporación y ante el inmejorable momento de Eros Mancuso, el técnico Eduardo Domínguez improvisó en la posición de Eric Meza, que jugó como marcador de punta izquierdo y el ex Colón no respondió. Más aún, se salvó de ser expulsado dos veces en el primer tiempo por pegar codazos y errarle a la pelota, y lo terminaron sacando en la parte final.
El arquero Matías Mansilla no mostró seguridad y a diferencia de lo que había ocurrido en las primeras dos actuaciones con el equipo, dejó en claro que el nivel de competencia en el puesto es muy parejo con Juan Pablo Zozaya y el juvenil Iacovich, que se sumará esta semana luego de jugar el torneo Preolímpico con la Selección.
Estudiantes contuvo el vendaval de juego de San Lorenzo con los cortes de Ascacíbar, por momentos el tenue manejo de Enzo Pérez, pero, sobre todo, con la presencia amenazante en cada ataque de Javier Correa, que en la primera jugada clara que tuvo no perdonó.
En el mejor momento de San Lorenzo, Estudiantes pegó con un contragolpe y el delantero cordobés sacó a relucir sus credenciales de definidor con un remate cruzado de derecha a izquierda y desde lejos, que se le filtró al arquero Gómez.
La definición le dio confianza al ataque del Pincha, al punto tal que volvió a marcar otro gol que le terminaron anulando por off side en el primer tiempo y casi forzó un penal que tuvo que ser chequeado a través del VAR, después de un remate que llegó por el rebote de un córner.
San Lorenzo arrancó mal, pero terminó mejor. A Estudiantes le costó media hora tomarle el ritmo al partido, pero cuando lo hizo dominó el juego y jugó con el nerviosismo y la desesperación de los jugadores del equipo de Insúa.
En la parte final, sin embargo, el equipo no pudo aguantar el resultado: tras un centro que llegó desde la derecha, Bareiro desvió la pelota cabeceando casi de espaldas al arco y una floja respuesta de Mansilla le permitió al Ciclón empatar el partido.
En la parte final, el Cuervo buscó el triunfo y Estudiantes no tuvo respuestas físicas ni futbolísticas para cambiar el resultado del partido. Apenas con el ingreso del colombiano Cetré (bastante tarde para lo que requería el partido) logró desahogarse un poco, aunque el delantero comenzó siempre bien las jugadas y generó preocupación en la defensa rival, no terminaba de resolver lo que el equipo necesitaba.
Con una defensa que sintió la ausencia de Benedetti, un mediocampo que depende pura y exclusivamente del esfuerzo y la recuperación de Ascacíbar, pero un ataque que empieza a encontrar, en la dupla compuesta por Méndez y Correa, la mejor versión de este Estudiantes 2024, el equipo estiró el invicto. Y, aunque no pudo ganar, se mantiene en los puestos de arriba en la zona B de la Copa de la Liga Profesional.