El “rey de la milla” Don Empeño bien se merece una revancha en los máximos

Por Galopón

El jueves pasado, al obtener por segundo año consecutivo el tradicional Clásico General José de San Martín (G. III-1.600 mts.) en esta pista, confirmó que para Don Empeño (Exchange Rate) La Plata es su lugar en el mundo. En el teatro del turf del Barrio Hipódromo, el defensor del stud-haras San Benito es imbatible desde junio del año pasado. Muchas satisfacciones les dio a Manuela y al Dr. Andrés Basombrío, exactamente 10 gritos ganadores en 19 actuaciones, seis de los cuales fueron en la pista platense.

La modalidad de correr del ejemplar entrenado por Carlos Daniel “Dany” Etchechoury es de venir cerca del fuego de la carrera, pero sin chamuscarse. Eso sí, cuando llega a la recta desata todo su potencial locomotivo que lo lleva a pasar de largo a sus ocasionales rivales. Y entre sus vencidos, figuran excelentes mediofondistas como por ejemplo Storm Dynamico.

De continuar en este hipódromo, el próximo 19 de noviembre obtener nuevamente el Gran Premio Joaquín V. González (G. I-1.600 mts.) está al alcance de sus manos o mejor dicho de sus potentes patas. Pero bien merecida tiene una revancha en el Anchorena, que se corre la tarde del Pellegrini en San Isidro y que es una asignatura pendiente desde que fracasara en la edición anterior .

Cuando el veterinario Andrés Basombrío se retiraba el jueves pasado del hipódromo local con un nuevo trofeo bajo el brazo, le dijo a este multimedio que “posiblemente su próxima presentación sea en Palermo o San Isidro, porque Don Empeño bien se merece una revancha de aquella caída del mes de diciembre pasado y este puede ser el momento justo para ello”.

Y así porque en cada actuación Don Empeño solidifica una imagen de millero que fue construyendo y que hoy lo catapulta a la cima del mejor mediofondista, imbatible por estos lares. Por ello no sería extraño que el zaino busque extender su dominio a Palermo y San Isidro.

No olvidarse que cuando los responsables de su campaña decidieron bajar a este hipódromo y los aires del Bosque lo revivieron. Recuperó su cabeza y mejoró sobre todo su potencial, al punto de convertirse en el patrón de la milla del sur.