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Entradas agotadas, micros completos y un equipo que viaja con el regreso de su goleador

Estudiantes vive días de revolución total antes de la final del sábado ante Racing en el Madre de Ciudades. Las 3.500 plateas se agotaron en minutos y el club organizó un operativo de 20 micros para garantizar un acompañamiento masivo. Además, Domínguez recupera a Carrillo para ser titular.

La fiebre Pincha está desatada. Estudiantes jugará su tercera final en el Estadio Madre de Ciudades y la respuesta de la gente fue inmediata: las 3.500 plateas disponibles volaron en cuestión de horas, confirmando el envión emocional que provocó el triunfo en el Clásico y el sueño colectivo de cerrar el año con una nueva estrella.

En paralelo, el club lanzó un operativo inédito para facilitar el viaje a Santiago del Estero. Son 20 micros, cada uno con 55 lugares, sumando un total de 1.140 asientos para socios sin ranking. El paquete, a $99.999, incluye ida y vuelta sin paradas y dos coordinadores por unidad. Los colectivos saldrán el viernes a las 19 desde el Estadio UNO y retornarán inmediatamente después de la final. El mensaje fue claro: que nadie se quede sin alentar.

Mientras la hinchada se organiza, el equipo se mentaliza para un duelo que promete ser de altísima intensidad. El plantel entrenará miércoles, jueves y viernes por la mañana en City Bell, antes de viajar por la tarde al Hilton de Santiago. Y la gran noticia de la semana ya está confirmada: Guido Carrillo vuelve al equipo titular.

El goleador cumplió una sanción durísima de cuatro fechas por la expulsión ante Tigre, una de las más severas que se recuerde para una acción sin pelota. Pasó un mes entrenándose a fondo, esperando esta oportunidad. Su regreso es un alivio para Domínguez, que lo ve bien físicamente y decidido a recuperar su lugar. Lucas Alario, de buena participación en su ausencia, dejará el puesto para que Carrillo vuelva a comandar el ataque.

El resto del once se irá definiendo sobre la marcha, aunque la base está clara: un mediocampo fuerte, con Ascacíbar, Piovi y Medina como ejes; una defensa consolidada; y un equipo que llega con confianza renovada. Domínguez, que pasó de un momento crítico tras la caída ante Argentinos a situarse otra vez en una final, mantiene un mensaje firme: unión, carácter y convicción. “El grupo está creciendo y cree cada vez más en sí mismo”, dijo el Barba tras el clásico, ya pensando en Racing.

La final tendrá otro condimento: la designación de Nicolás Ramírez, árbitro ligado a momentos recientes de gloria albirroja, pero también con un registro muy positivo para la Academia. Más tensión, más historia, más picante para una definición que promete ser vibrante.

Estudiantes viaja con su gente, recupera a su nueve y afina la última puesta a punto. En Santiago del Estero lo espera otra noche grande. Otra batalla. Otra chance de escribir historia.

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