Estudiantes le pegó un mazazo a la ilusión de Gimnasia y va por otro título

Le ganó 1 a 0 al Lobo ante casi 30.000 triperos que acudieron al estadio del Bosque a ver uno de los partidos más importantes de la historia. Hasta la medianoche se escucharon detonaciones por los festejos de los hinchas albirrojos que ahora volverán a Santiago del Estero para ver otra final como el año pasado.

Como un León herido que salió a matar o morir en el medio de una selva de injusticias deportivas, Estudiantes salió más fuerte que nunca de la embestida que inició hace menos de veinte días antes de enfrentar a Rosario Central. Ayer dio el último paso para llegar a otra final y por tercer año consecutivo jugar el último partido del año en una definición de la AFA. En el 2023 fue la Copa Argentina. El año pasado la superfinal contra Vélez. Y ahora será el sábado contra Racing en el mismo estadio en donde en Mayo del año pasado derrotó a Vélez por penales y se coronó campeón de la Copa de la Liga.

Ayer el Pincha sacó a relucir el oficio y la jerarquía de sus jugadores para derrotar con lo justo, pero necesario a Gimnasia y pincharle la ilusión al eterno rival que llegó a este fin de año con expectativas de pelear el campeonato.

El Lobo arrastraba cinco victorias consecutivas, pero el León no lo perdonó.

Con ímpetu para encarar el partido, Estudiantes se adueñó de la pelota con Medina, Cetré y Tiago Palacios y los jóvenes jugadores de Gimnasia casi que no pasaron la mitad de la cancha en los primeros veinte minutos.

Después de otra semana tormentosa en la que se incluyó otra huelga y falta de entrenamiento, algunos jugadores del Lobo salieron a jugar el partido con falta de reacción.

Estudiantes puede tener más jugadores de jerarquía y nivel internacional como Piovi, Cetré, Muslera o González Pirez. Pero la actitud no se negocia en este tipo de partidos, en donde si el rival te supera hay que apelar a otra estrategia para equiparar condiciones. Ahí fue donde falló el novato entrenador Zaniratto, que salió a jugar el partido de la misma manera que el Lobo le había jugado a Unión o a Barracas Central, subestimando el poderío de un equipo que venía ganando batallas importantes en Rosario ante Central y en Santiago ante el equipo de Toviggino.

Estudiantes fue ordenado y esta vez no cometió errores en la marca en las pelotas paradas. Cuando los defensores fallaron apareció Muslera y se encargó de anular a Max y Barros Schelotto con el oficio y la presión alta de Ascacíbar y Piovi. El resto lo hizo todo Cetré, ante una flojísima marca de Pintado y Giampaoli, que a los 17 minutos del segundo tiempo le dejaron servida la jugada para que el colombiano termine asistiendo a Palacios que entró a definir abajo del arco, casi repitiendo el mismo gol que venía de hacerle a Central Córdoba.

Después del gol el Pincha se agrandó y jugó con la desesperación de Gimnasia, cuyos jugadores sintieron el desgaste y la presión del primer tiempo y la falta de entrenamientos fuertes en la previa producto de la decisión de no entrenar y hacer una huelga.

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