Miguel Ángel Russo abandonará su cargo y Sebastián Battaglia será su reemplazante

La derrota de Boca ante Estudiantes caló hondo y el Consejo de Fútbol decidió terminar el segundo ciclo del entrenador. La dirigencia esperaba que fuera el propio DT el que diera un paso al costado. Sin embargo él quería seguir. Hoy se hará cargo Battaglia de la práctica.

Miguel Russo terminó muy preocupado y dolido en La Plata tras perder con Estudiantes. Así lo vieron en el vestuario, abatido de cierta manera. Como nunca, ni siquiera como en las eliminaciones de la Libertadores con Santos o Mineiro. Esta no fue una derrota más. La alegría con la que el DT de Boca regresó a un estadio que le significa mucho desde lo emocional se hizo trizas a la salida. El futuro del técnico de 65 años en el club parecía tener un destino asegurado.

Esta vez, el problema fue mucho peor que las veces anteriores. El Consejo de Fútbol siempre manifestó públicamente, a partir de los dichos de Jorge Bermúdez, que nunca estuvo en duda la continuidad de Russo y hasta que se sorprendían las veces que los medios se hicieron eco de ese rumor. Pero al mismo tiempo fue el propio Patrón el que nunca dejó de resaltar que en Boca mandan los resultados, y en ese sentido, los de Russo hoy están en rojo. Así, después de ver un Boca sin marcar goles, sin ganar, sin patear al arco y sin jugar bien, el final estaba escrito. Juan Román Riquelme no quería echar a Russo, aunque sí esperaban un gesto del DT. ¿Y qué gesto? Que se vaya solito, ya que no querían pagar el costo que signifique despedirlo. Pero Miguel no pensaba en eso, no quería irse. O al menos no lo tenía pensado. Ahora, sin Russo en el banco, quien dirigirá la práctica de hoy será el técnico de Reserva, Sebastián Battaglia. La idea es que siga él, hasta que la dirigencia encuentre otro entrenador de mayores pergaminos. En la lista están: Eduardo Domínguez, Cacique Medina, o el propio Battaglia.

¿Qué lo sostenía hasta ahora?

Hoy por hoy, con un rendimiento pobre y resultados en rojo, lo que sostenía al DT era la eliminación por penales a River, al que ya lo había derrotado en mayo por los cuartos de final de la Copa Liga Profesional, también desde los 12 pasos. Dos mano a mano contra el Millonario y dos triunfos valiosos para Russo, que desde que volvió al club aún no perdió ante su eterno rival. Sin embargo, tampoco le pudo ganar en los 90 minutos. Que un entrenador le haya cortado la seguidilla al conjunto de Marcelo Gallardo y, además, haya bordado dos nuevas estrellas al escudo en el último año y medio es algo para valorar en Boca. No obstante, el panorama desalentador del equipo por estos días obligó a mirar hacia adelante y dejar de abrazarse a las conquistas pasadas. Ya no había margen de error para Russo. Ni las eliminaciones a River, ni los títulos locales.

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