Multitudinario festejo en el Country y en el centro
Cerca de mil personas se acercaron a recibir al ómnibus de los jugadores, que a paso de hombre, tardó una hora en llegar a la concentración. Los futbolistas saltaron a la cancha 1 y celebraron junto a los hinchas. Ovación para el Flaco Pellegrino e ilusión por pelear el campeonato hasta la última fecha
Con los últimos rayos de sol en el horizonte platense, la algarabía de los hinchas de Estudiantes se adueñó de la ciudad.
El reloj marcaba las 19.05, y habían pasado más de dos horas desde el final del partido.
Cerca de 1.000 personas, entre las cuales se encontraban las que habían seguido el partido en la pantalla gigante que se instaló en el predio de City Bell, se aglomeraron en el ingreso al Country para recibir a toda orquesta a los jugadores. Al grito de “nos sobras huevos, la p…..”, los jugadores fueron cómplices e invitados de lujo a la fiesta que se había desatado desde la definición de Franco Jara allá por las 15.10 de la tarde.
Odisea de por medio, el ómnibus logró llegar hasta el interior de la concentración, que se vio desbordada de simpatizantes, familiares de jugadores y dirigentes albirrojos.
Los futbolistas, lejos de eludir el asedio, salieron al campo de juego para ordenar el festejo y tomaron contacto con los seguidores. Y entonces todo se convirtió en un verdadero carnaval.
Algo similar estaba ocurriendo en 7 y 50, tradicional esquina de los festejos del Pincha, que en este caso se vieron opacados por algunas escaramuzas con los hinchas albiazules (ver página 6).
Lo cierto es que el pueblo de Estudiantes, que se infla el pecho por haber ganado el clásico y observar a todos desde arriba, salió a la calle a demostrar su felicidad.
No habían podido ir a la cancha por las medidas que siempre le hacen lugar a los debates. Pero esperaron su momento y tiñeron de rojo y blanco la ciudad.