por daniel "profe" córdoba

Ningún jugador ni ninguna hinchada se merecen que le den la espalda

El polémico episodio en Rosario abrió otro capítulo en la disputa de la dirigencia de Estudiantes con AFA.

POR DANIEL "PROFE" CÓRDOBA

Cuando se juega un partido los jugadores dicen todo termina en la cancha. Y cuando se toma una decisión administrativa, guste o no, todo termina en los escritorios de AFA.

Ningún dirigente ni ninguna postura personal, político, deportiva están por sobre el buen nombre y honor de una institución, sea esta cual fuera.

Ni el cuerpo técnico ni los jugadores ni la afición de sea cual fuere el club tienen por qué pagar con la humillación pública.

Además, lo que pasó el domingo en el partido que se jugó en la cancha de Rosario Central, quedó de manifiesto claramente la postura de una parte de la dirigencia que obligó a un grupo de jugadores a hacer lo que hizo dentro de la cancha por levantar una disputa personal en contra de la AFA que no es nueva. Es de años.

Se votó y salvo Estudiantes, el resto aprobó unánimemente lo decidido con respecto al Campeonato otorgado a Rosario Central. Y esto no habilita a nadie, sea quien sea, por no estar de acuerdo con determinados lineamientos de la Asociación del Fútbol Argentino (sobre todo con respecto a la privatización o no de los clubes que vaya uno a saber que poder político y económico se mueve detrás de esto).

Además, creo que es una falta de respeto que rosó lo ridículo y hasta casi lo cómico. Me hizo acordar cuando, porque algo no le gustaba, el dueño de la pelota se enojaba y se la llevaba. Como anécdota, el de 55 y 1 paso de ronda.

Yo cuando grité un gol de arquero de cabeza (algo inédito en el fútbol argentino) y me subí al alambrado en la cancha de Racing me sancionaron con varias fechas y tuve que dirigir desde la vieja platea techada de calle 1. El que incumple, debe saber que está expuesto a una sanción.

Noticias Relacionadas