Entrevista Exclusiva

Rugby: de La Plata al mundo, los pasos de un gigante que dejan huella

Mario Barandarián alcanzó por quinta vez consecutiva el título de la Liga de Honor de España, al mando del equipo VRAC. El exitoso entrenador cambiará de club para enaltecer a Universitario de Bilbao.

El nombre de Mario Barandarián es sinónimo de trabajo y trayectoria. El entrenador surgido en La Plata Rugby, que supo integrar el cuerpo técnico de Los Pumas y la dirigencia de la URBA, volvió a coronarse campeón en España junto al VRAC. Tras la consagración, habló en exclusiva con El Clásico.

—Un nuevo logro, ¿qué significa para vos?

—Este logro fue el que tuvo más sabor de todos, lo disfruté y viví con mayor intensidad. Los motivos fueron varios, el primero es que fue un año muy difícil con la pandemia. Nos complicó a todos con el funcionamiento, la panificación, suspensión de partidos, fue un año muy raro.

—¿Cómo fue el recorrido para quedarse con el título?

—Llegamos a instancias de los playoffs sin jugar muy bien, ganamos el derbi en la semifinal y al igual que en los cuartos, fue con lo justo. En la final nadie creía en nosotros y sin embargo, jugamos el mejor partido de la temporada. Nos dieron por muertos y el VRAC nunca está muerto. Por eso tiene ese sabor especial por haber revertido unas malas semanas y por alcanzar el quinto título consecutivo.

—¿Cómo resumirías tu experiencia en VRAC?

—Mi experiencia como entrenador en España ha sido muy positiva, ganando las cinco Ligas de Honor, cuatro Copas Ibéricas, tres Supercopas y una Copa del Rey. Pero fue mucho más positivo porque conocí un montón de gente que tiene una visión del juego y de la vida diferente a la nuestra y me amplió muchísimo el conocimiento.

—¿De qué manera sigue tu futuro en España?

—Mi futuro sigue, dejando el VRAC y yendo a trabajar a partir de agosto a Universitario de Bilbao, un club mucho más parecido a La Plata Rugby porque tiene una base totalmente amateur. El País Vasco me seduce muchísimo por su forma de vida, estoy contento a pesar de que tengo que seguir desarraigado de Argentina, cosa que me duele enormemente, pero tengo el proyecto de fortalecer las bases de ese club.

—¿Qué extrañas más del rugby argentino?

—Del rugby argentino lo que más extraño es la vida de club, acá nos juntamos, entrenamos y nos vamos, no existen los asados después de entrenar o la vida de club como la conocemos. Se extrañan los terceros tiempos en los clubes, o el hecho de que los jugadores sean del club y uno comparta una vida con ellos.

—¿Dónde ves más diferencias en el rugby?

—Las diferencias fundamentalmente se dan en las categorías superiores, la mayoría de los equipos tienen jugadores contratados. Tenemos muchísima cantidad de nacionalidades, no es raro el traspaso de jugadores de un club a otro, cosas que en Argentina eso no existe. Lo mismo pasa en el seleccionado, que está conformado por varios jugadores que de españoles tienen poco, entonces el sentimiento de camiseta del jugador en el seleccionado es distinto.

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