POR GALOPON
Se va la cuarta en el teatro del turf del Barrio Hipódromo… Si Dios quiere
Para las autoridades hay carreras, pero el okey lo tienen los jóckeys.
Por GALOPóN
uando el río suena… Algo se veía venir y parece que se viene. Porque entre idas y vueltas los jóckeys, y muchos cuidadores, se cansaron de las (falsas) promesas y la reunión de la fecha en el teatro del turf del Barrio Hipódromo, la cuarta del año, pende de un delgado hilo. Por un lado, comunicado oficial mediante, redactado “entre gallos y medianoche” porque se conoció recién al final de la jornada dominical, las autoridades “afirman” y “reafirman” que hoy la actividad será normal. Es decir, se cumplirá con el programa de 11 carreras en cartelera, estando anunciada la inicial a las 14.30 y la última, a las 19.30.
Ahora, la otra campana, la de los profesionales, es decir jóckeys y cuidadores, también vía comunicado, anuncian todo lo contrario. Los reclamos son los de siempre: pésimo estado de las pistas, lo cual es fácilmente comprobable, falta de mantenimiento de las demás instalaciones como la iluminación artificial, lo que no permite realizar carreras nocturnas, exponiendo a los caballos y jóckeys a correr en horarios poco recomendables en esta época del año, con calores tan intensos. Y como si fuera poco están corriendo sin seguro de vida, por falta de pago del hipódromo al hospital Español. Pruebas al canto, hace unos días se accidentó el jóckey aprendiz Miguel Ángel Sosa y debió recibir asistencia médica por una obra social particular.
No se conoce, y sería bueno conocer, la postura de otras instituciones ligadas a la actividad (llaménse Propietarios, otros gremios como la Asociación Unificada y alguna Fundación que “regala estatuitas” que se parecen a Suiza, “siempre neutrales”.
Por último, la pregunta del millón, con tan buenas recaudaciones, por ejemplo el jueves pasado con 11 carreras se recaudó más de 33 millones de pesos, es: ¿a dónde va a parar el dinero que correspondería a mantenimiento de la infraestructura del hipódromo?
Lo cierto es que la cuerda se tensó de tal manera, que las autoridades del hipódromo, de Lotería y de la Gobernación tienen la palabra y la toma de decisiones para que se revierta esta postura extrema de los jóckeys de no correr, fundamentalmente, por falta de seguridad. Esta sí que es una carrera contra reloj…