Tras mantenerlo retenido en el aeropuerto durante ocho horas, Australia deportó a Djokovic

Las autoridades consideraron que no tenía en regla "la documentación que le habilite la exención médica requerida para los no vacunados".

El tenista serbio Novak Djokovic fue deportado de Australia al no permitirle las autoridades de ese país el acceso a su territorio para jugar el Abierto de Melbourne  "por no tener en regla la documentación que le habilite la exención médica requerida para los no vacunados" que llegan a país oceánico.

Antes de esa resolución de cancelación de su visa, el serbio estuvo retenido durante ocho horas en el Aeropuerto Internacional Tullamarine de la mencionada ciudad, donde finalmente fue notificado que debe retornar a su país de origen "en el primer vuelo disponible".

Djokovic había sido habilitado para jugar el Abierto con una medida excepcional que solamente a él le permitía participar sin tener ningún tipo de vacuna contra el coronavirus aplicada, algo que constituye una exigencia inexcusable para el resto de los tenistas intervinientes, lo que de por sí despertó grandes polémicas en el ámbito de este deporte.

Así que inmediatamente al pisar el aeropuerto local, Djokovic fue retenido por las autoridades de la Fuerza Fronteriza, que le quitaron su celular y virtualmente lo mantuvieron "incomunicado", mientras su equipo de asistentes debía esperar en el hall del lugar escoltado por dos oficiales de seguridad.

Por su parte, el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, señaló: "Recién hablé con Novak y le dije que toda Serbia está con él. Por eso nuestras autoridades están tomando todas las medidas para detener el acoso al mejor tenista del mundo en el menor tiempo posible. De acuerdo con todas las normas del derecho público internacional nuestro país luchará por él, por la justicia y la verdad".

La respuesta inmediata a esa manifestación fue la cancelación de la visa de Djokovic, mientras que algunos medios europeos salían en defensa del tenista y por ejemplo el británico The Telegraph tituló "lo tratan como un criminal", aunque las autoridades australianas advirtieron que al tenista lo rigen las mismas normas vigentes para todos.

La historia de Djokovic, de 34 años, como reconocido "antivacunas", tuvo su momento más candente en junio de 2020, cuando organizó el denominado "Adria Tour", que no era otra cosa que un par de torneos de exhibición entre amigos en los que no se respetaban distanciamientos sociales ni se exigían barbijos a participantes ni público presente.

El recorrido que se inició en su ciudad natal, Belgrado, y continuó en la croata Zadar, terminó en un desastre, con gran cantidad de contagiados, incluyendo al propio Djokovic, quien informó ser positivo de coronavirus del 23 de junio de ese 2020. Ahora la "cruzada" antivacunas, pese a sus pretendidos privilegios, se le volvió en contra.

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