POR DANIEL "PROFE" CÓRDOBA

Un alma y mente quebrada puede derrumbar cualquier cosa, hasta una familia

Siempre existieron las “trampas” en el fútbol, pero no se veían porque no había tanta exposición, ya que no estaban las redes sociales. Los deportistas y los artistas son, sin desearlo, ejemplos que la sociedad imita.

Cuando me decían mis viejos que todo antes era más fácil y mejor, tenían casi total razón.

Hoy el principio del respeto a la privacidad, como otros aun más importantes, no existe. Y muchas veces los mismos protagonistas son los primeros que se encargan de no respetarlos.

¿Wanda Nara e Icardi se han separado? Arden las ya tristemente famosas y superutilizadas redes sociales.

Ahora el nudo de esta nota es la siguiente: ¿por qué hoy por hoy los futbolistas se divorcian tan a menudo o rompen con sus parejas? Esto se da, encima, con los que tienen mucha fama y dinero…

¿Acaso puede ser que esto ocurra por esas redes sociales que hacen que hoy todo se sepa y antes (como no existían) no? Sí, puede ser. ¿Antes había “trampa” en el fútbol? Siempre. Pero la diferencia es que antes lo primero que se le aconsejaba al jugador era comprar ladrillos, una casa y casarse.

Quizás las trampas e infidelidades ya estaban, de un lado y del otro. Pero en el fútbol se le llegó a decir al ser humano jugador que, por su profesión y para ordenarse en su vida personal, debía casarse, hasta cómo tener sexo o cuándo tener hijos. Entonces, ¿cuánto puede durar firme un matrimonio si casi es una obligación consumarlo?

Y si ahora los futbolistas en su pueblo, ciudad, provincia o país son cuasi vedettes endiosadas, en algunos casos con un poder y fortunas inmensos, ¿cómo no ceder frente a tantas tentaciones al alcance de la mano?

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