Verón y un cumpleaños muy especial

En el tramo final de su presidencia, Sebastián Verón llega a los 46 años con el mejor regalo de todos: cumplió dos mandatos al frente del club, logró un crecimiento institucional y el domingo vio debutar a su hijo en la Primera división.

l 9 de marzo de 1975, en la previa a un clásico ante Gimnasia, Sebastián Verón llegó a este mundo. Hace exactamente 46 años, el hijo de la Bruja Juan Ramón, ya por entonces ídolo de los hinchas de Estudiantes, iniciaba un largo camino lleno de festejos, alegrías y una idolatría interminable, que arrancó tibiamente en 1995 cuando era un chico detrás de otros ídolos como Capria o Calderón, y se agigantó a partir del 2006 cuando tardó seis meses en salir campeón luego de tomar la decisión de volver a la Argentina para jugar en Estudiantes.

Este cumpleaños 46 no es uno más para la Brujita, ya que lo encuentra en el tramo final de su segundo mandato como presidente del club, lugar al que accedió el 9 de octubre del 2014 tras ganar las elecciones el 4 de octubre del mismo año, y cuyo mandato luego fue revalidado en 2017 por los socios en una Asamblea.

En menos de tres semanas, Verón dejaría el máximo cargo del club para ocupar una de las vicepresidencias, en lo que pretende ser la continuidad de un proyecto institucional que marcó un cambio sostenido en la forma de encarar las cosas en Estudiantes y que tuvo su broche de oro con la terminación del estadio de 1 y 57 el 9 de noviembre del 2019.

Habiendo dejado atrás algunas cuestiones personales que lo tuvieron ocupado en el segundo semestre del año pasado, Verón logra rehacer su vida en este 2021 fortaleciendo el proyecto de gestión a partir de una de las vicepresidencias en el futuro gobierno de Martín Gorostegui, que podría quedar proclamado el sábado de 27 marzo siempre y cuando llegue la aprobación para realizar la Asamblea.

Más allá del reconocimiento de los socios y los hinchas, este no será un cumpleaños más para la Brujita, ya que el domingo el destino y el Ruso Zielinski le anticiparon un regalo muy especial: su hijo Deian debutó en Primera división con la 11 que él dejó en aquel último partido que jugó y continúa la dinastía de un apellido que estuvo presente en los capítulos más importantes de la historia del club.

Según se supo, la función de la Brujita en el tercer mandato de la misma gestión en el Pincha será estar supervisando, abriendo puertas y canales de comunicación con el exterior y buscando acercamientos con otras instituciones que busquen mejorar la organización del fútbol argentino de aquí a los próximos tres años.

Si bien Claudio “Chiqui” Tapia renovó su mandato hasta finales del 2024, la realidad es que se impone la inserción de dirigentes jóvenes, con pasado dentro de la cancha, como viene ocurriendo con Sebastián Verón en Estudiantes o Juan Román Riquelme en Boca.

Por todo esto, con algunas salvedades y particularidades, hoy la Brujita festejará sus 46 años. Y el pueblo Pincharrata le dirá: ¡feliz cumpleaños Sebastián!

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