Viaje relámpago de Messi a Buenos Aires y comienzo de vacaciones en Miami
El crack argentino, que llevó a la Selección a la consagración de la Copa América, emprendió un vuelo fugaz desde Rosario con su papá, con el fin de realizar los últimos trámites para el visado norteamericano antes del descanso en Estados Unidos.
Tras ganar la Copa América, su primer título grande con la Selección nacional, Lionel Messi volvió a Rosario para reencontrarse con su familia y visitar a sus afectos por unos días. Sus salidas a firmar autógrafos en la casa de sus suegros ya son piezas virales hora tras hora. Sin embargo, en la tarde de ayer realizó un viaje relámpago a Buenos Aires. A las 14:35 de ayer abordó un vuelo privado que salió desde el aeropuerto internacional Islas Malvinas, de Fisherton.
El repentino viaje del capitán del seleccionado argentino sorprendió, porque en principio tiene previsto viajar esta noche rumbo a Miami para tomarse unos días de vacaciones junto con su familia.
Acompañado por su padre, Jorge, a quien se lo vio llevando una camiseta de la Selección Argentina a la hora de abordar el avión en Rosario, Messi voló hacia el Aeroparque Jorge Newbery.
El motivo del viaje fue la necesidad de completar un trámite vinculado con el visado norteamericano.
Vale recordar, que luego del triunfo sobre Brasil por 1 a 0 en la final continental que se disputó en el Maracaná de Río de Janeiro el sábado pasado, Messi había llegado a Rosario durante el mediodía del domingo. Al igual que este viaje repentino a Buenos Aires, lo hizo en un vuelo privado luego de que todo el plantel pasara por el predio de la AFA en Ezeiza durante un par de horas.
Ese mismo domingo hubo rumores que indicaron que Alberto Fernández tenía previsto acercarse a Ezeiza en el helicóptero presidencial para saludar a los campeones. Algo que no ocurrió y que fue desmentido con vehemencia desde el Gobierno, porque hacerlo significaría romper con el protocolo sanitario.
Sin embargo, el motivo por el que los jugadores pudieron ingresar al país sin problemas (a diferencia de miles de argentinos que siguen varados en el exterior) es que el equipo nacional se mantuvo siempre encapsulado dentro de un protocolo sanitario que la Conmebol acordó con los gobiernos sudamericanos.
De esta forma, por lo pronto, Messi realizó un trámite en Buenos Aires y ya regresó a Rosario, antes de partir de vacaciones con su esposa Antonella Roccuzzo y sus tres hijos (Thiago, Mateo y Ciro) a las playas de Miami.
Mientras tanto, Leo sigue siendo jugador libre (se terminó el contrato con el Barcelona) y en alguna ocasión el astro rosarino había manifestado sus intenciones de jugar algún día en la MLS, algo que podía adelantarse si finalmente el club catalán no logra bajar la masa salarial de su plantel, indispensable para que las autoridades de la Liga le autoricen el vínculo con Leo.