Adirley Queirós: “En las periferias de Brasil hay una vanguardia muy grande”

El realizador brasilero Adirley Queirós fue uno de los grandes invitados de la 14 edición de CineMigrante, que hasta el sábado se desarrolló en diferentes sedes de la Ciudad de Buenos Aires. “En el límite de lo visible” fue el lema del festival, y Queirós, además de realizar un taller para estudiantes de cine, presentó su última película, Mato seco em chamas, codirigida con Joana Pimentel. Hablamos con Queirós durante su estadía en el país.

―¿Cómo te sentís en tus primeras horas acá?

―Es la segunda vez que yo vengo acá, y tenía alguna idea de cómo estaba todo por las noticias. Veo a la gente un poco triste.

―Seguramente ustedes pasaron un proceso bastante difícil durante la presidencia de Bolsonaro, pero ahora están con más alegría…

―Yo pienso que sí, de manera general sí. Pero también pienso que es un poco más complejo todo. Estoy hablando desde mi experiencia en Brasil. Porque de donde yo vengo, vivo en la periferia de Brasilia, como a 50 kilómetros de la ciudad, hay una vanguardia muy grande, entonces el gobierno de Bolsonaro atacaba mucho más esto que a la cultura. Entonces hoy vivimos un momento muy diferente, obviamente, porque una gran parte de la población apoyó el gobierno de Lula. Entonces Lula también tiene un compromiso ideológico y político con todos.

―Por los temas que retratás, ¿es más complicado para vos conseguir la financiación para hacer películas?

―No, porque los equipos de nuestras películas son muy pequeños, como cuatro o cinco personas, siempre. Nosotros hacemos todo, desde manejar autos, hacer la comida, limpiar el set. Es como un trabajo de proceso de teatro. Entonces no hay una separación muy grande de las funciones. No es un equipo muy grande. Nuestras películas son un reflejo del modelo de producción.

―¿Cuándo supiste que querías dedicarte al cine?

―Yo entro muy tarde a la universidad, entro con 30, 35 años; antes fui muchas cosas, era jugador de fútbol, camillero, panadero. Y un día fui a la Universidad para un concurso público de Salud de Brasilia, entro y veo muchas personas, muy bellas, mujeres muy bellas, muy eróticas, fumando a las 10 de la mañana un lunes, y pregunté qué hacían, me dijeron cine, y me anoté.