entrevista exclusiva

Betiana Blum: “La risa hace bien”

La talentosa intérprete dirige y protagoniza la pieza que vuelve a la calle Corrientes de la ciudad de Buenos Aires tras una gira por el país.

La pipa de la paz, de Alicia Muñoz, es la obra con la que Betiana Blum vuelve a los escenarios en un doble rol, protagonista y directora. Tras haberse presentado en una temporada en otro teatro, hoy llega al teatro Astral con la compañía de Sergio Surraco. Sobre el reestreno y algunas otras cuestiones, hablamos en exclusiva con Blum.

—¿Cómo es para una actriz cambiar de teatro e ir a una sala más grande, por ejemplo?

—El actor se conecta con el escenario, y esto no va a variar porque son teatros con escenarios maravillosos, en este caso con más capacidad y además a la calle.

En la gira te toca todo el tiempo, de ir de un teatro grande a uno chico, teatros maravillosos, que cuando están llenos no sabes cómo lucen.

—Porque además ustedes volvieron en este momento que la gente elige el teatro…

—Claro, la gente lo extrañaba, como también nosotros, que ­extrañábamos ir y hacerlo, porque el contacto con el publico es ­glorioso, en presente, y cada función es distinta, el teatro es vivo, es la diferencia que tiene con el cine o la televisión.

—¿Cómo conectaron con Sergio para armar este gran equipo?

—Habíamos trabajado en proyectos pero nunca habíamos tenido escenas juntos, somos dos leoninos, y nos reímos y decimos que somos dos leones que ya comieron, entonces son pacíficos.

Tenemos una relación excelente, nos escuchamos y pensamos las cosas en común, no unilateral y nos llevamos muy bien en el escenario, estamos contentos y esto no siempre pasa, y además la obra tiene situaciones muy lindas. Es gratificante hacerla.

—Ya el título invita a escuchar y calmarse...

—La obra de Alicia habla de la paz, la paz mundial, personal y familiar y no hay paz en ningún lado, los acuerdos se rompen en un minuto, y la obra es profunda y da para reflexionar.

—¿Sentís nervios a la hora de estrenar, o en este caso reestrenar?

—Yo antes de salir al escenario siempre rezo, es una oración

que hago y que al terminar miro para arriba y digo: “Esto lo vas a hacer vos”, siempre necesito ­encomendarme.

—Además de la obra, en breve ­estrenás la serie El buen retorno, en Flow...

—Sí, es el “piquete” de las chicas, feliz de estar con Claudia Lapacó, María Leal y Mirtha Busnelli, además de Luciano Castro y Gustavo Garzón, entre otros. El libro es genial, en la vida de estas mujeres en las que les ha pasado de todo, el director, Pedro Levati. La hicimos medio como cine, la imagen es bárbara, y nosotras hicimos lo mejor que pudimos, que no es poco. Estoy muy feliz con eso y sé que a la gente le va a gustar.

—¿Tenés más proyectos?

—Hice algunas participaciones, una para Matrimillas, película de Netflix, con Juan Minujín y Luisana Lopilato, Minujín hace de todo, amo y respeto tanto a mis compañeros, ahora estoy viendo El primero de nosotros y estoy fascinada, lo bien que están todos, me gusta ver.

—¿Te gusta ver a los colegas en sus trabajos?

—Cuando trabajan así, claro, es un placer, realmente me emociono, es un placer, ya me quedan pocos capítulos.

—Y ahora vas a ver El buen retorno...

—Claro.

—¿Expectativas con el reestreno?

—Me gustaría que la gente venga a reírse más de una hora, porque la risa hace bien, porque yo creo que la risa sana, baja la ansiedad, la angustia y permite tener una mirada más amplia, porque el drama es uno contra otro, enfrentamiento y no hay salida, y ese mismo drama, si lo ves desde arriba, ves más. Yo digo siempre que es la mirada del humor la mirada de Dios, y piensa: “Estos chicos ya van a aprender”.

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