Chucky, el protagonista eterno del terror

Desde hace casi tres décadas, la saga sobre el muñeco de nombre Chucky ha mantenido en vilo a las generaciones contemporáneas que crecieron por esos tiempos. A fines de los años 80, más precisamente en 1988, surgieron paradigmas que se convertirían en los protagonistas del género terror y no fueron otros que Freddy Krueger y el personaje de Jason de la épica Martes 13.

En ese contexto, unos productores pusieron manos a la obra para crear una producción con un presupuesto de nueve millones de dólares basada en Chucky, un muñeco diabólico que hizo de las suyas en más de una entrega.

La película tiene una trama donde se narra un relato basado en un asesino serial llamado Charles Lee Ray que es interpretado por el actor Brad Dourif y es perseguido por las fuerzas policiales que desean devolverlo a la cárcel.

Una noche, en pleno auge de escapatorias y rincones oscuros, el malhechor se encierra en una juguetería, donde logra esconderse. Allí, en la plena oscuridad de la noche, logrará hacer un conjuro de magia negra para resguardar su alma en un muñeco y de esta manera trascender a la humanidad.

Un buen día, este ejemplar llega a las manos de un niño, lo que desata una serie de situaciones malignas que se resolverán. Esto es específico a las creaciones abocadas a la pantalla grande. Es más, fueron destacadas porque tenían tintes de drama, comedia y suspenso con un principio y un final en un relato certero.

Para inicios del cambio de década, en 1990 la segunda parte vuelve al ruedo y ahora el juguete perseguirá al niño, que estaba en hogares adoptivos dada su terrible historia de vida. Con éxito rotundo en ambas ediciones, la productora a cargo fue por más y pidió una tercera donde el chico ya es un adulto y el muñeco otra vez cobrará vida con más énfasis.

Con críticas al guion, la saga continuó en ascenso y cinco años luego se lanzó La novia de Chucky, donde se reproduce la misma situación del muñeco pero en otro ejemplar. En este caso es una asesina que fue novia del asesino que reencarnó en Chucky quien repetirá la situación. Ambos juguetes entonces pondrán en juego sus existencias y buscarán venganza.

Con guiños al humor, el terror grotesco en esta cinta tuvo éxito y logró duplicar las inversiones en una pelicula divertida. La secuela daría cuenta del nacimiento del heredero entre estos muñecos y continuaría con las mismas aristas en la narrativa.

Una década más tarde, apareció otra cinta, esta vez con elemento cómicos como su punto fuerte. Con el cambio de milenio, los autores decidieron esperar para poder continuar con las secuelas, que tuvieron siempre una recepción positiva. Finalmente, en los años 2017 y 2019 llegaron otros filmes sobre el juguete y pudieron conectar los relatos existentes hasta el momento, renovados con la ayuda de tecnología novedosa.

Como extra la última versión contó con nada más ni nada menos que Mark Hamill como la voz del muñeco maldito. De este modo, con imágenes y relatos siniestros, el público continúa eligiendo estas versiones renovadas sobre el personaje de los ochenta. Ahora también el relato sigue en formato de serie para la televisión.